La construcción, la logística, el transporte, las telecomunicaciones... Todos los ámbitos que integran o están directamente relacionados con las infraestructuras se encuentran afectados por las secuelas de la pandemia, la guerra en Ucrania, los problemas en la cadena de suministro, los elevadísimos precios de la energía, la subida constante de los combustibles, la escasez y el encarecimiento de determinadas materias primas... Unas circunstancias que están mermando la rentabilidad de las empresas y las obliga a aumentar sus esfuerzos para mantener la competitividad. Y eso, en un escenario marcado por la incertidumbre que reduce las expectativa
Pese a la pandemia, a la guerra en Ucrania, a la subida de los carburantes y a las incertidumbres económicas, el transporte por carretera se mantiene y en el primer semestre del año registró unas cifras similares a las del mismo periodo de 2021. En los seis primeros meses del año se movieron por las carreteras vascas 55 millones de toneladas, seis décimas menos que en el mismo período de 2021, lo que evidencia que, pese a una huelga, los coletazos de la pandemia, la guerra en Ucrania y el encarecimiento de los carburantes, el sector ha conseguido mantenerse. Según los datos de Eustat, basados en la Encuesta Permanente de Transporte de Merca