El vínculo entre sostenibilidad ambiental y descarbonización energética es claro, son las dos caras de una misma moneda. A la espera de la próxima Ley vasca de Transición Energética y Cambio Climático, el Plan homónimo en vigor, con horizonte en 2024, busca reducir en un 30% la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y lograr que la cuota de energías renovables represente el 20% del consumo final de energía. Un trayecto en el que a través del autoconsumo los consumidores están pasado también a ser productores. El crecimiento de la actividad económica, y especialmente de la industria, motor socioeconómico de los territorios, ha ido en pa
Tener una industria de biosalud fuerte es sinónimo de poder anticiparse a los retos que se avecinan. Algunos conocidos, como el envejecimiento o la atención personalizada, y otros inesperados, como sucedió con la pandemia. Las herramientas de innovación disruptiva con las que poder hacer frente a este tipo de desafíos nos sitúan en el terreno del ‘big data’, la inteligencia artificial, los dispositivos 3D, la medicina genómica, los tratamientos personalizados o la medicina basada en el valor. Los últimos años, marcados decisivamente por los efectos de la pandemia que causó el covid-19, han ratificado que invertir en salud es la mejor apuesta