“Transformar Bizkaia en un imán de talento y capital: el reto de ser un núcleo de innovación”

Albert Soro, responsable de Cebek Emprende

Albert Soro, responsable de Cebek Emprende.

El ecosistema emprendedor en Bizkaia se enfrenta a un desafío crucial: trascender su actividad en inversión y exits (salidas de capital) para convertirse en un polo de atracción para talento y capital. Mientras Silicon Valley consolida su liderazgo global con cifras como 72,6 mil millones de dólares en inversión y 611 empresas emergentes que han alcanzado 1.000 millones de valoración (se las denomina unicornios), Bizkaia registra 9,3 millones de inversión en startups tecnológicas y una tímida actividad en salidas empresariales. Ante este reto, cabe preguntarse qué podemos hacer para cambiar la narrativa y posicionarnos como un verdadero núcleo de innovación.

Los datos de inversión a nivel mundial de 2024 muestran una realidad que podemos mejorar: Bizkaia debe tender a crear un ecosistema robusto capaz de generar impacto significativo en el ámbito global o estatal. Ciudades como Madrid y Barcelona han multiplicado su inversión inicial hasta 67 y 13 veces respectivamente en los últimos 10 años, mientras que Bizkaia se mantiene en un crecimiento muy suave. A pesar de tener fondos de inversión locales solventes, también urge la necesidad de consolidar un ecosistema que fomente la cultura emprendedora y facilite la llegada de inversores y startups. En esta línea, podemos decir que iniciativas como BAT, los BICs y los parques tecnológicos son los primeros pasos que nos acercan a esa meta.

Además, sectores clave para la economía global como la moda y los viajes, que han caído un 57% y 31% en inversión respectivamente en el último año, reflejan tendencias descendentes que podrían impactar negativamente en nuestra capacidad de innovación.

Silicon Valley ha establecido el estándar global en innovación gracias a cuatro factores clave: acceso a capital de riesgo, concentración de talento, cultura emprendedora y un marco regulatorio favorable. Allí, la presencia de universidades de prestigio como Stanford, una alta densidad de fondos de venture capital y una mentalidad que “celebra el fracaso” han creado un círculo virtuoso de innovación.

¿Qué puede aprender Bizkaia de este modelo?

Fortalecer el acceso a capital: la creación de incentivos fiscales y fondos públicos-privados podría ser un paso importante para aumentar el volumen de inversión. Bizkaia debería centrar sus esfuerzos también en intentar escalar startups, con un enfoque en fomentar la innovación y la internacionalización. Esto incluiría el desarrollo de programas que apoyen la maduración de las startups, la conexión con redes globales de inversores y la provisión de recursos especializados para facilitar su crecimiento sostenible y competitivo en mercados internacionales.

Atracción de talento: la colaboración con las universidades vascas y con programas internacionales de investigación podría posicionar a Bizkaia como un referente en formación y atracción de talento.

Sinergias entre sectores: a diferencia de ‘hubs’ consolidados, donde la colaboración entre sectores como SaaS, fintech y salud ha catalizado el crecimiento, Bizkaia, además, debería fomentar redes entre startups y sectores industriales tradicionales que es su fuerte por tradición histórica.
La reciente estrategia de China para consolidar su posición en el sector automotriz eléctrico ofrece una ventana de oportunidad para Bizkaia. Este sector, clave en la economía vasca, podría ser transformado mediante la adopción de tendencias de inversión en robótica y energías limpias. En 2024, la robótica experimentó un crecimiento del 59%, consolidándose como uno de los sectores con mayor proyección inmediata. Este avance está acompañado por otros sectores prometedores como la seguridad y el SaaS, con incrementos del 29% cada uno. Estas cifras reflejan el potencial a corto plazo de estas áreas.

Bizkaia podría aprovechar esta tendencia para liderar en tecnologías de automatización y vehículos sostenibles, atrayendo capital y talento hacia este ámbito. Por otro lado, sectores como energía (-27%) y semiconductores (-22%) han registrado un descenso en inversión durante el último año. Estos declives ponen de manifiesto la necesidad de estrategias proactivas que impulsen su reposicionamiento y adopción de tecnologías emergentes para mantener su relevancia.

Para convertirnos en un imán de talento y capital, Bizkaia debe continuar adoptando una estrategia integral que combine inversión, educación, colaboración sectorial e incentivos. Además, es fundamental generar una narrativa atractiva que posicione a la región como un destino único para startups y emprendedores/as globales. Si bien el camino es desafiante, las oportunidades son inmensas. Como muestra Silicon Valley, el éxito no es una cuestión de geografía, sino de un conjunto de factores que van más allá de la visión y acción, como son el tamaño de la población, las universidades, el volumen de inversión y oportunidades… Bizkaia tiene el potencial de convertirse en un referente global si logra combinar estos elementos con su identidad única, demostrando que la innovación y el talento no tienen fronteras, sino puntos de encuentro.

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