Respuestas y soluciones a los nuevos retos sociales

BBK Kuna es un espacio de innovación social para trabajar en la difusión de los ODS en Bizkaia.

Desde su apertura en octubre de 2021, BBK Kuna, la casa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se ha convertido en un referente de innovación social en Bizkaia y Euskadi. Integra, junto a Arantzazulab e Hibridalab, un potente ecosistema vasco, preparado para ofrecer respuestas creativas a los retos que se presentan a la sociedad.

BBK Kuna es un espacio de innovación social en el que participan diversos agentes vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible para ofrecer a la sociedad soluciones que den respuesta a retos de futuro como el envejecimiento de la población y la soledad de las personas mayores; el cambio climático, la revolución tecnológica, la transformación de las ciudades o la migración. Retos vinculados a la Agenda 2030 que hay que abordar para poder seguir creciendo como sociedad sin dejar a ninguna persona atrás.
La iniciativa, seleccionada como ‘una de las mejores ideas de 2021’ y como agente en el Mapa de la Innovación de Innobasque, en el corto espacio de tiempo que lleva en marcha ha desarrollado una importante actividad en el ámbito del sector cultural y creativo de Bizkaia, repensando la lucha contra la pobreza, forjando nuevas alianzas, generando foros internacionales o impulsando actividades en favor del intraemprendimiento social y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

{ Ecosistema

Los organismos que trabajan en innovación

social buscan respuestas creativas

a los desafíos actuales.

Una labor que también desarrolla, desde su atalaya en el centro de congresos Gandiaga Topagunea de Arantzazu, el laboratorio de innovación social ArantzazuLab. El proyecto, impulsado por los miembros de la Fundación Arantzazu Gaur -Diputación Foral de Gipuzkoa, Ayuntamiento de Oñati, Corporación Mondragon, Kutxa Fundazioa y la Provincia Franciscana de Arantzazu-, promueve la investigación, la experimentación y la socialización orientada a la transformación social en cuatro grandes ámbitos: la transición ecológica, el trabajo, la convivencia y el bienestar, explorando nuevos enfoques para afrontar los retos sociales existentes en una época marcada por las profundas transformaciones.
Retos sociales que pasan, entre otros, por el envejecimiento de la población y que desde la Fundación Adinberri, impulsada por la Diputación foral de Gipuzkoa, buscan convertir en un nicho de oportunidad económica a través de la denominada ‘silver economy’ ofreciendo “una respuesta positiva e innovadora” al envejecimiento de la sociedad, generando “un ecosistema basado en la colaboración” que dé lugar a nuevos productos, servicios e iniciativas que permitan “mejorar la calidad de vida de las personas mayores” y, a su vez, generar nueva actividad económica. Adinberri se enmarca en Etorkizuna Eraikiz, el programa foral para hacer frente a los desafíos de futuro de Gipuzkoa de forma colaborativa. “Para articular una respuesta innovadora y socialmente avanzada al reto del envejecimiento, resulta crucial trabajar desde la colaboración entre las instituciones, el ámbito sociosanitario, las universidades, los centros de innovación, las empresas y el tercer sector social. Y, además, hacerlo desde la escucha y el protagonismo de las personas mayores, abiertos a otras experiencias avanzadas en nuestro entorno, en Europa y en el ámbito internacional”, destaca el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano..
En la misma línea, desde hace unas semanas está activo el Centro de Innovación Abierta y Transferencia Creativa de Álava Hibridalab, una apuesta por favorecer la diversificación del tejido productivo y la generación de actividades de mayor valor añadido en Álava a través de la hibridación entre sectores y disciplinas. Su objetivo es impulsar un proceso de innovación en los modos de innovar de las organizaciones productivas y sociales del territorio, basándose en tres factores clave de transformación: sostenibilidad, digitalización y creatividad. El centro es fruto de la colaboración público-privada. Los fundadores son Fundación Vital Fundazioa y la empresa alavesa c2+i/Conexiones improbables y cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Álava. En su presentación, Roberto Gómez de la Iglesia, consejero delegado de Hibridalab y director de Conexiones Improbables incidía en la importancia de “generar nuevos ‘Leonardos’, de propiciar una cultura de innovación en el territorio más abierta, más colaborativa, más disruptiva y orientada a la acción”.

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