La nueva planta productiva de Ulma Agrícola supone un salto hacia procesos industriales más eficientes y sostenibles en la fabricación de invernaderos para cultivos agrícolas, viveros de plantas y flores, acuicultura, ganadería y almacenaje. Las nuevas instalaciones permitirán diseñar sistemas de invernaderos más avanzados que favorezcan la productividad y calidad de los cultivos y, al mismo tiempo, racionalizar el uso de agua y fertilizantes.
La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco, Amaia Barredo, el diputado foral de Equilibrio Territorial Verde de Gipuzkoa, Xabier Arruti, y la alcaldesa de Oñati, Izaro Elorza, han visitado hoy la nueva planta de Ulma Agrícola. Esta cooperativa, que forma parte del Grupo Ulma, se encuentra entre los principales fabricantes mundiales de invernaderos de plástico y exporta el 85% de su producción con proyectos instalados en más de 50 países.
En el marco de su nuevo Plan Estratégico, Ulma Agrícola ha inaugurado una planta productiva de vanguardia que promete ser un referente en sostenibilidad, eficiencia y capacidad de adaptación a las futuras demandas del sector. Con una inversión total de 10,5 millones de euros en infraestructura y tecnología, este espacio de más de 9.000 m² refleja el compromiso de la compañía con la innovación y el crecimiento sostenible.
La planta incorpora múltiples medidas de eficiencia energética y funcionalidad avanzada para responder a los desafíos de un mercado en constante cambio. En ese contexto, el director gerente de Ulma Agrícola, Alberto Galdós, señala que “los cultivos en invernadero son, a día de hoy, la apuesta más segura en la producción agraria frente a unas condiciones meteorológicas, plagas y enfermedades cada vez más cambiantes y agresivas; además de asegurar la calidad del producto y los compromisos de suministro en fecha, suponen una reducción de hasta el 40% en el consumo de agua y un considerable ahorro en el uso de fertilizantes y agroquímicos”.
Empleo
La nueva planta, ubicada en Oñati, también hará posible incrementar su plantilla en un 25%, en especial en áreas de ingeniería industrial y tecnología de control de clima. La empresa apuesta así por atraer talento especializado, ofreciendo una plataforma moderna y sostenible para el desarrollo profesional.
La plantilla actual está integrada por 35 personas en Oñati y 10 en la filial de México.
Mercados y retos
Ulma Agrícola cuenta con proyectos en más de 50 países, si bien sus principales mercados se sitúan en el continente americano, principalmente Estados Unidos y México, donde factura el 60% de sus ventas. Precisamente, Alberto Galdós sitúa como uno de sus retos “incrementar nuestra presencia en mercados en los que aún no estamos consolidados y aumentar nuestra facturación en un 35% en los próximos cuatro años”.
Las ventas el pasado año alcanzaron los 11,3 millones de euros y para el presente ejercicio existe una estimación de 13,5 millones.
Visita institucional
La nueva planta ha recibido el 24 de enero la visita de los máximos responsables de los departamentos de Agricultura en el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa, Amaia Barredo y Xabier Arruti, junto a la alcaldesa de Oñati, Izaro Elorza.
Durante el recorrido por las nuevas instalaciones Amaia Barredo, consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco, ha señalado que “el primer sector precisa en Euskadi, como en el resto de la Unión Europea, una constante e intensa actualización tecnológica y de conocimiento que, a buen seguro, pueden aportar con mayor intensidad las jóvenes generaciones que se van incorporando”.
El diputado foral de Equilibrio Territorial Verde ha celebrado la apuesta realizada por parte del grupo Ulma de invertir y desarrollar una planta productiva “que permitirá dar un salto cualitativo en la producción de alimentos sostenibles y de calidad”. Disponer de una planta de estas características en Gipuzkoa, ha manifestado Arruti, es positivo, no sólo desde un punto de vista económico y de creación de oportunidades de empleo de calidad en el territorio, sino porque “se trata de un instrumento que busca dotar de soluciones innovadoras a los y las baserritarras para facilitar su labor diaria ganando en eficiencia y producción a fin de cubrir las necesidades de la ciudadanía y promover una alimentación local y sostenible en beneficio del bienestar de todos y todas”.