Repsol obtuvo en 2020 un resultado neto ajustado de 600 millones de euros. Sin embargo, la principal novedad del ejercicio, condicionado por la pandemia del covid-19, fue la presentación de su nuevo Plan Estratégico 2021-2025, que marcará la transformación de la compañía en los próximos años y le permitirá acelerar en la transición energética de manera rentable y avanzar en su objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050.
En 2020, Repsol puso en marcha varias iniciativas que, además de permitirle acercarse a su compromiso cero emisiones netas, ayudarán a la recuperación económica del país. Entre ellas destacan dos innovadores proyectos industriales de descarbonización que se instalarán en Bilbao, en el marco del Corredor vasco del Hidrógeno, así como la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se ubicará en Cartagena. Repsol alcanzó en 2020 el citado positivo resultado “en un complicado entorno marcado por la crisis sanitaria global”.
Repsol demostró su fortaleza ante este difícil escenario, con una positiva generación de caja libre de 1.979 millones de euros y una reducción de la deuda neta de 1.178 millones durante el ejercicio, hasta situarla en 3.042 millones. Asimismo, el descenso de la cotización de las materias primas de referencia internacional influyó negativamente en la valoración de los inventarios de Repsol, en 978 millones menos para el conjunto de 2020.