Materiales en constante evolución, desde plásticos y metales hasta los comestibles

Los procesos de lecho de polvo ofrecen la posibilidad de imprimir piezas en serie

Las tecnologías 3D ofrecen grandes posibilidades en un amplio abanico de industrias y sectores.

El desarrollo de los materiales para la fabricación aditiva ha variado a lo largo de los años, adaptándose a la llegada de nuevas tecnologías. A partir de plásticos, pasando por metales, hasta hoy que llegan materiales sorprendentes que pueden convertirse en comestibles. Actualmente, el mercado de materiales de impresión 3D tiene un amplio alcance, y aún está en pleno crecimiento. Se espera que alcance los 24.000 millones de dólares en 2024 y los 55.000 millones en 2030.
Cada uno de los materiales utilizados en las diferentes tecnologías se presenta en diferentes formatos, como resinas para tecnologías DLP y SLA, filamentos para tecnologías FDM o polvos metálicos para tecnologías DMLS. Y cada día surgen nuevos formatos y materiales que permiten una mayor calidad de impresión y modelos más resistentes.
Este crecimiento está impulsado en particular por los procesos de lecho de polvo, que han aumentado considerablemente en los últimos años. Esta tecnología es más atractiva para los fabricantes porque ofrece una mayor productividad y la posibilidad de imprimir piezas en serie.

La impresión 3D tiene un alto

potencial para cubrir necesidades

de alimentación especial

Los últimos años han estado marcados por el auge de la fabricación aditiva de metal, especialmente con la llegada de fabricantes que desean hacer que la tecnología sea más accesible. Pero el mercado de la impresión 3D de polímeros se ha mantenido fuerte, ofreciendo más materiales y procesos más rápidos, orientados a aplicaciones industriales. Los materiales que se ofrecen son muy diversos: termoplásticos estándar, técnicos, de alto rendimiento, resinas, polvos, composites, etc. Esta diversidad permite a los profesionales diseñar piezas con propiedades mecánicas, químicas o físicas cercanas a las del sector de la manufactura. Los procesos de fotopolimerización y extrusión han dominado durante mucho tiempo el mercado de la impresión 3D, siendo históricamente los pioneros de la tecnología. Tienen muchas aplicaciones y permiten el uso de diferentes materiales: resinas, filamentos o gránulos. Sin embargo, parece que los procesos de lecho de polvo están asumiendo el control. Según el análisis de SmarTech, en 2024 generarán más ingresos que la extrusión y se acercarán mucho a la fotopolimerización. Por su parte, la tecnología de sinterizado selectivo por láser (SLS) es más adecuada para las necesidades industriales ya que permite generar volumen y lograr un alto nivel de productividad y repetibilidad.
La impresión 3D presenta también un alto potencial para cubrir necesidades especiales en el sector de la alimentación y, además, abre la posibilidad de la personalización de alimentos.
En 2006, la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) comenzó la investigación de los alimentos impresos en 3D. En la actualidad, y ya en la tierra, encontramos muchas oportunidades para aplicar la tecnología 3D en la industria alimentaria. Actualmente ya se comercializan ingredientes elaborados con impresoras 3D, como los chocolates Monalisa de la empresa Barry Callebaut, y compañías como la vasca Ausolan, especializada en restauración para colectividades, han incorporado las tecnologías de fabricación aditiva para atender a las necesidades de las personas mayores en residencias y centros de día con problemas para ingerir alimentos.

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