Euskadi acogió con una sensación agridulce el acuerdo alcanzado en la Unión Europea en relación a las cuotas de pesca para 2025. Si bien la flota vasca de bajura no se verá especialmente afectada e incluso verá mejorados algunos de sus límites de capturas el año que viene, los porcentajes descienden sensiblemente para la flota de altura, ubicada fundamentalmente en Ondarroa, con descensos que alcanzan límites cercanos al 20% en el caso, por ejemplo, de las merluzas que se podrán pescar en la costa francesa y el sur de Irlanda.
La mayoría de especies con las que trabaja la flota de bajura, la que más cerca pesca de la costa, en el Cantábrico, han visto incrementada su cuota. Llama especialmente la atención el chicharro, que casi triplica su límite pasando de las 2.097 toneladas del año pasado a las 8.220 permitidas en 2025. El gallo (23%) y el rape (17%) también ven incrementados sus límites, no así la merluza que repite las 17.445 toneladas. En esta flota preocupa la situación del verdel, que rebaja en más de 7.430 toneladas su cuota (26.340). En lo referente a la anchoa, todavía no hay propuesta respecto al total admisible de capturas (TAC) si bien se prevé que pueda repetir las 33.000 toneladas de 2024.
“Un año complicado”
El mayor impacto del acuerdo se lo llevó la flota de altura ya que los descensos afectan prácticamente a todas las capturas. Destacan las 5.507 toneladas de merluza menos que podrán pescarse en 2025 (un 20% menos de las 27.532 de 2024) pero también el gallo y el rape bajan sus cifras. “La valoración en conjunto no puede ser positiva”, manifestó Amaia Barredo, consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco tras conocer el acuerdo para añadir que “se presenta un año complicado”, en especial para la flota de altura.