Laboral Kutxa ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 65 millones, resultado que supone un incremento del 25% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio y mantiene a la entidad en una posición competitiva destacada en términos de solvencia (21,14%) y liquidez. La tasa de morosidad ha seguido descendiendo durante los seis primeros meses del año, hasta situarse en el 2,58% y la rentabilidad sobre recursos propios ha alcanzado el 6,35%.
En el balance del primer semestre destaca el aumento del 10% en el capítulo de ingresos por servicios, especialmente los de inversión prestados a los clientes en fondos y planes, que han elevado un 12% su aportación, y el de los medios de pago, que aportan un 16% más. Con todo ello, la entidad ha conseguido un crecimiento del 2,6% en el margen básico de su negocio, que se eleva a 185,4 millones.
El ahorro de clientes también ha crecido de forma destacada, situándose por encima de los 28.500 millones de euros, con un ascenso de un 3,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, la inversión crediticia alcanza los 15.614 millones, lo que supone un incremento del 3,4% en su comparativa interanual.
Este aumento del volumen de créditos y préstamos formalizados se explica principalmente por la financiación del segmento de empresas, donde las nuevas formalizaciones para inversiones han aumentado un 42% respecto al cierre del primer semestre de 2021. Destaca especialmente el volumen de inversión formalizado por el segmento de cooperativas y empresas de mayor tamaño y también el importante incremento del volumen de financiación de activo circulante, que ha aumentado en un 31% en los últimos 12 meses.