La Unión Europea ha entrado en un período de reflexión. En 2017, decidió detenerse y revisar el rumbo de un proceso de construcción que se ha desviado de los ideales expresados por los ‘padres fundadores’, y del que dependerá el éxito o el fracaso ante los desafíos venideros. Una situación agravada por la salida de uno de sus miembros, Reino Unid