La inteligencia artificial (IA), que ya es una vieja conocida en el sector biofarmacéutico y de la salud, facilita y agiliza enormemente los procesos de innovación. Próximamente entrará en vigor la tan esperada Ley de IA de la UE, que junto con la Ley Europea de Gobernanza de Datos y la Ley de Datos, establecerá un marco normativo en un contexto repleto de retos y oportunidades en muchos ámbitos, incluido el de la propiedad industrial e intelectual (PI). Enumeraré cuatro retos/oportunidades en relación con la PI.
Primer reto/oportunidad: gestionar los derechos de autor sobre los datos. Se puede decir que un sistema de IA es un software (a menudo con ‘vida propia’) para un uso determinado, que es entrenado por unos datos de entrada para obtener unos datos de salida. Los datos de entrada y salida pueden estar sujetos a derechos de autor.

Segundo reto/oportunidad: gestionar los derechos sobre las bases de datos. La ley clasifica la IA en base al riesgo, interpretándolo como la combinación de la probabilidad de que se produzca un daño por ese uso de la IA y la gravedad de ese daño. Así, muchos de los productos sanitarios que incorporen IA serán considerados como de ‘Alto Riesgo’, debiendo por ejemplo informar sobre el tipo y procedencia de los datos, así como de la calidad y tamaño del conjunto de datos. Las bases de datos de calidad se convertirán en activos intangibles de gran valor.

Tercer reto/oportunidad: proteger mediante patentes los casos de uso basados en la utilización de IA. La patente es una modalidad de PI muy utilizada en el sector de la salud con la que se podrán proteger casos de uso basados en IA. Hay que tener muy presente que las invenciones implementadas por ordenador se pueden patentar.

Cuarto reto/oportunidad: establecer buenas prácticas en las organizaciones en torno a la utilización de herramientas de IA. El uso de una herramienta de IA también está condicionado por la licencia de uso otorgada por su propietario. En ocasiones, se indica que el sistema seguirá siendo entrenado con las entradas del usuario, por lo que, si por desconocimiento, alimentamos un sistema con información sensible y/o sujeta a secreto empresarial, corremos el riesgo de perderla. Es necesario formar a los trabajadores evitando el uso descontrolado de la IA dentro de la organización. 

Aprovechemos los retos/oportunidades que nos brinda la IA.