El Gobierno vasco mantiene un sólido compromiso con las infraestructuras ferroviarias en el territorio, impulsando proyectos como el tren de alta velocidad, el Topo de Donostialdea o las líneas 4 y 5 de Metro Bilbao, entre otros.

En la estrategia del Gobierno vasco por un transporte cada vez más eficiente y sostenible, las infraestructuras ferroviarias juegan un papel primordial, y los proyectos en este ámbito son los principales que el Ejecutivo y las demás instituciones de Euskadi están llevando a cabo. Como el Tren de Alta Velocidad, una infraestructura esencial para conectar de forma rápida y sostenible los tres territorios vascos y su áreas metropolitanas y afianzar la posición estratégica de Euskadi entre la Península y el resto de Europa. Su ramal guipuzcoano, que ejecuta el Gobierno vasco, ya está prácticamente terminado. Pero el Ejecutivo quiere acelerar el proyecto y quiere nuevas encomiendas de gestión para redactar los proyectos constructivos y ejecutar parte de las obras pendientes.
Topo También avanza la variante soterrada del Topo; el que se ha denominado el Metro de Donostialdea. Una apuesta estratégica que mejorará la calidad de vida de la ciudadanía de Donostia y de Gipuzkoa. Ya se han finalizado los andenes en?Bentaberri y, si todo avanza según lo previsto, la variante soterrada podría entrar en servicio en 2025 tras una inversión total prevista de unos 150 millones.

Metro Y en desarrollo sigue, asimismo, la prolongación del Metro de Bilbao. El Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia están analizando la situación de las futuras líneas 4 y 5. Ya ha concluido la primera fase del estudio informativo de la Línea 4, que contempla dos alternativas de trazado entre Abando y Zorrotza, una que utiliza funiculares para conectar los centros de Rekalde e Irala con el actual trazado de cercanías y otra que plantea una variante de trazado de esa misma línea de cercanías con dos estaciones en caverna en los dos centros urbanos mencionados.
En cuanto a la Línea 5, el proyecto está condicionado a la concesión de los fondos incluidos en el programa Next Generation de la Unión Europea. El Gobierno y la Diputación han asegurado que harán “lo posible y lo imposible” por conseguir ese dinero para desarrollar esta línea, pero ambas instituciones no pueden sacar adelante ese proyecto a corto plazo sin el respaldo de Europa, ya que los efectos económicos de la pandemia han condicionado las posibilidades de las administraciones.