"Activar el músculo financiero para proteger a la industria"
- Estrategia Empresarial
- 17-Marzo-2025
El nivel de incertidumbre internacional está en máximos; los aranceles que salen de la Casa Blanca van a impactar directamente en los países exportadores, como Euskadi; la dinámica actual avanza hacia una guerra comercial abierta, y el proteccionismo se abre paso significando un cambio de paradigma global. Un panorama preocupante que hace que instituciones y responsables políticos arbitren medidas para minimizar los efectos de este nuevo contexto.
En este sentido, se deben entender las iniciativas que a diferentes niveles se están adoptando, como el Pacto Industrial Limpio europeo, el Grupo para la Defensa Industrial que lidera el Gobierno vasco o la Alianza Financiera Vasca. Una iniciativa público-privada que va a permitir activar nuestro músculo financiero para que los ahorros y las capacidades financieras de Euskadi se orienten al fortalecimiento, crecimiento y arraigo industrial y tecnológico. Este instrumento ya se contemplaba antes de la llegada de Trump, porque se quería crear una alternativa de defensa ante la mecánica de los fondos privados extranjeros de maximizar su inversión, comprando barato y vendiendo caro, en un periodo corto de tiempo y sin ningún tipo de arraigo. Un compromiso para movilizar 4.000 millones de euros público-privados. Capital local para proteger a nuestra industria, facilitándole financiación ‘kilómetro cero’, con proyecto industrial de crecimiento rentable a largo plazo. Una alianza en la que, inicialmente, se embarcan el Gobierno vasco, la Federación de EPSV de Euskadi, BBVA, Laboral Kutxa, Kutxabank, BBK, Kutxa, Vital, BasqueFik y Elkargi.
Una iniciativa que en el contexto actual cobra mayor importancia y urgencia y que viene a romper una distancia que había crecido en los últimos tiempos entre el ahorro vasco y su compromiso con el apoyo a la industria, tras los cambios en las regulaciones de cajas y bancos. La operación de Talgo marca un camino al que, esperemos, le sigan otras que ayuden a dotarnos también de autonomía industrial, apostando por el arraigo y la permanencia.