Recordando la entrevista que concedió a ESTRATEGIA EMPRESARIAL hace un año con motivo también de la publicación de la Guía de la Innovación, Saray Zárate, diputada de Desarrollo Económico y Sostenibilidad de Álava, ya adelantaba que el ente foral estaba focalizando todos sus esfuerzos en dar un salto de calidad en materia de innovación. Ahora, un año después, es tiempo de hacer balance.

¿Qué nos puede contar al respecto?

Hacemos un balance muy positivo de este primer año de legislatura en lo que a programas de innovación empresarial se refiere. Veníamos de un contexto en el que ya se venían apoyando diferentes procesos de innovación, pero hacía falta un revulsivo, dar un salto para recuperar la ilusión de las empresas por poner en marcha nuevos proyectos. Durante este año 2024 hemos reformulado el grupo de trabajo Araba 4.0, hemos revisado nuestra línea de ayudas Álava Innova y hemos presentado nuevos proyectos que han movilizado a empresas, centros formativos y agentes socioeconómicos, que es lo que buscamos.

¿Qué proyectos de innovación impulsados desde su Departamento destacaría como aquellos que están teniendo más impacto?

Son varias las iniciativas que desde la Diputación Foral de Álava hemos lanzado este año con el objetivo de generar una nueva estrategia integral para la promoción de la innovación entre las empresas. Entre todas ellas, me gustaría destacar el proyecto Govtech Araba que hemos presentado en octubre y que va a suponer una revolución en la relación entre la institución foral y las startups alavesas, abriendo nuestras puertas a sus soluciones tecnológicas. Y también el Centro de Emprendimiento e Innovación, un espacio en el centro de Vitoria-Gasteiz abierto a las empresas y agentes que desarrollan innovación en el territorio, que esperamos inaugurar durante el año 2025. También quisiera poner en valor el trabajo que estamos haciendo para la reactivación industrial del valle de Aiala, a través del Plan de Actuación Inmediata, con iniciativas como la realización de proyectos piloto en tecnologías disruptivas en pymes industriales, en colaboración con el Clúster Gaia, o la Fábrica de Innovación Abierta. Son proyectos que estamos pilotando en Aiaraldea como paso previo a poder extenderlos al resto del territorio.

“Creo honestamente que tenemos un ecosistema  de innovación puntero y referente  a nivel estatal y europeo”

Y si miramos a las empresas, ¿cómo valora la apuesta que están haciendo por la innovación?

Creo honestamente que tenemos un ecosistema de innovación puntero y referente a nivel estatal y europeo. Tenemos la suerte de contar en Araba con agentes, tanto públicos como privados, que tienen la innovación en su ADN y que permanentemente están desarrollando nuevos productos, servicios y tecnologías, repensando sus procesos de producción o buscando nuevos mercados.

¿Existen proyectos de futuro entre las empresas alavesas?

Este año hemos puesto en marcha la iniciativa pionera ‘Made in Araba’ precisamente para poner en valor el potencial de nuestra industria y demostrar que en el territorio tenemos muchos ejemplos de empresas de todos los tamaños y sectores, con producto e innovación referente. Las empresas están haciendo un gran esfuerzo por ser más innovadoras y competitivas, y tenemos que reconocerlo y trasladarlo al conjunto de la sociedad.

Entiendo que la innovación, por tanto, llega a todo tipo de empresas y sectores económicos. ¿Existe un alineamiento entre las políticas forales de innovación y la estructura económica e industrial del territorio?

Totalmente. Araba es un territorio eminentemente industrial, con un tejido formado fundamentalmente por pymes y micropymes que conviven con grandes empresas. En este sentido, desde la Diputación Foral de Álava apostamos por consolidar la presencia de aquellos sectores económicos de mayor tradición, alineados con la estrategia de especialización inteligente de Euskadi, a la par que buscar nuevos nichos que pudieran suponer una oportunidad para los próximos años. Proyectos como el Basque Automotive Manufacturing Center encajan perfectamente con esta estrategia de apoyar la innovación de más alto nivel en sectores como la automoción, y se complementan con otras iniciativas para apoyar la industria tubular, vidriera o metalmecánica, sectores tradicionales que están en plena transformación tecnológica. Lo que estamos percibiendo, como decía, es que se están comenzando a desarrollar y a ganar peso en nuestra economía nuevos sectores más dinámicos y tecnológicos, como las biociencias, la energía, las empresas de servicios avanzados, o la aeronáutica, entre otros.

¿Álava pone el foco en las tecnologías de futuro?

A menudo decimos que la aplicación de las tecnologías en la empresa es una carrera de fondo, pero en la que ya debemos estar. Sabemos cuáles serán las tecnologías que, aunque a día de hoy estén presentes de manera incipiente, en cuestión de una década serán básicas, y las empresas alavesas deben aprovechar la oportunidad. Un síntoma de que estamos en el camino correcto es comprobar, cuando analizamos los proyectos que cofinanciamos a través de Álava Innova, que cada vez son más las iniciativas, especialmente de pymes, vinculadas a tecnologías como la computación cuántica, la IA o la robótica avanzada, entre otras. Además, una de las noticias más positivas es que estos proyectos cada vez más se realizan en colaboración con empresas tecnológicas y startups del territorio.

“Apostamos por consolidar los sectores económicos de mayor tradición, con la búsqueda de nuevos nichos que pudieran suponer una oportunidad para los próximos años”

¿Cuáles son aquellas que mayor penetración están teniendo en las compañías alavesas?

Existen en Araba empresas punteras y con soluciones propias en tecnologías como el ‘big data’, la sensórica y el ‘Internet of Things’, la robótica colaborativa, la ciberseguridad o la realidad aumentada, que pueden y deben jugar un papel fundamental en la transformación de nuestra industria. Y no quiero olvidarme de la apuesta del territorio por convertirse en un ‘hub’ del ámbito de la robótica, a través de la asociación Robotekin en la que ya se han integrado más de 50 empresas, y que está impulsando formaciones posuniversitarias en fabricación avanzada o el Robotory, un espacio de testeo y demostración abierto a las empresas alavesas que quieran avanzar en el campo de la robótica.

¿Qué barreras encuentran las empresas a la hora de innovar, y cómo la Diputación Foral de Álava puede ayudar a superarlas?

Las empresas nos ponen el acento en dos obstáculos principales a la hora de poner en marcha procesos de innovación. En primer lugar, la falta de recursos, especialmente el recurso tiempo. Como decía antes, tenemos un tejido formado fundamentalmente por empresas pequeñas con perfiles profesionales multidisciplinares que no pueden focalizarse en los procesos de innovación. Por ello, tenemos que seguir ayudando a cofinanciar proyectos de innovación que permitan incorporar a la empresa perfiles y contratar servicios especializados, haciendo que para las empresas sea sencillo, ágil y con inversiones mínimas poner en marcha sus transformaciones digitales, estratégicas y tecnológicas. En segundo lugar, la dificultad para la captación de talento, un reto que traspasa nuestras fronteras y al que debemos dar una respuesta como país. Para ello, estamos colaborando con colegios profesionales, centros de formación y las propias empresas en definir una estrategia integral que nos ayude a atraer, desarrollar y fidelizar talento en Araba.

Finalmente, si tuviera que priorizar los tres retos que el Departamento de Desarrollo Económico e Innovación se ha marcado en materia de innovación esta legislatura, ¿cuáles serían?

El primero de los retos sería lograr que la innovación llegue a cada punto del territorio, a todas las empresas independientemente de su tamaño, sector o ubicación. Debemos mostrar ejemplos y demostrar a las empresas que ser pequeña o estar ubicada en un entorno rural no es un impedimento para innovar. También destacaría como reto la generación de talento especializado en ámbitos tecnológicos, colaborando con universidades y centros de formación profesional para crear nuevas formaciones en tecnologías disruptivas. Finalmente, reforzar la colaboración entre ellos, agentes del ecosistema local. Creemos que es fundamental lograr que se generen circuitos de innovación en colaboración entre agentes locales: empresas, startups, ámbito académico, centros tecnológicos; en definitiva, un modelo de innovación con ADN alavés.