Bilbao acogió una de las jornadas de la Semana ISR 2022.

La inversión en proyectos relacionados con la sostenibilidad y los criterios ASG (factores ambientales, sociales y de gobernanza) se están extendiendo entre las empresas y las entidades financieras. Por ejemplo, Kutxabank, con una cuota de penetración superior al 50% en empresas, movilizó en 2021 un total de 2.753 millones de euros en diversos proyectos que desarrollan y promueven iniciativas con un impacto medioambiental y social positivo, apoyando la transición a una economía baja en carbono. Además, colocó su primera emisión de deuda verde por 500 millones, con el objetivo de canalizar la liquidez hacia activos y proyectos con un impacto medioambiental positivo y contribuir al desarrollo de las finanzas sostenibles.
Porque, según aseguran los expertos, la inversión sostenible es una palanca y uno de los principales motores para alcanzar la descarbonización de la economía y fomentar una transición energética justa, que tenga en cuenta las cuestiones sociales y no deje a nadie atrás. Así quedó de manifiesto en la 11ª edición de la Semana ISR, organizada por Spainsif, el Foro Español de Inversión Sostenible, y en la que participaron presencialmente más de 430 personas en las siete sesiones en Bilbao, Madrid, Murcia, Valencia, Zaragoza y Barcelona.
Los 30 ponentes que participaron en la Semana ISR 2022 coincidieron en señalar que es prioritario seguir avanzando en la homogeneización de las métricas para que la inversión sostenible mantenga el crecimiento que viene experimentando hasta ahora; un aspecto al que han contribuido el Plan de Finanzas Sostenibles de la UE, la taxonomía (criterios e indicadores que permiten clasificar actividades económicas según su contribución a la mitigación y adaptación al cambio climático o a la sostenibilidad), el reglamento SFDR sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles o la futura taxonomía social, pendiente de futuros desarrollos.