El País Vasco se mantiene en una zona de crecimiento sólido, pese a la desaceleración

El Ejecutivo autonómico cree que el IPC de Euskadi crecerá en 2023 por encima del 2%

El consejero Azpiazu conversa con el lehendakari Urkullu, en el Consejo celebrado el pasado 2 de septiembre en Donostia. Foto: Irekia

En un escenario marcado por una desbocada inflación y un evidente enfriamiento económico, el Gobierno vasco cree que el IPC de Euskadi crecerá este año por encima del 4% y que el que viene lo hará sobre el 2%. Unas previsiones que se concretarán en las próximas semanas y que servirán para elaborar los presupuestos vascos de 2023, que el Ejecutivo asegura, seguirán siendo expansivos.

La economía vasca se mantuvo en agosto en la zona de “crecimiento sólido”, al continuar por encima de 100 puntos y pese a la desaceleración prevista, que deja sus efectos. En concreto, y según el ‘termómetro’ que elabora el Depar- tamento de Economía y Hacienda sobre la base de más de 100 indicadores, el pasado mes alcanzó los 121,5 puntos, casi cuatro menos que en julio (125,4). Esta moderación se explica por un menor ritmo de crecimiento de la inversión, aunque se aprecia un ligero repunte del consumo privado en los meses de verano.
Por el lado de la oferta, los servicios son los que más suavizan su crecimiento, mientras la industria y la construcción ofrecen perfiles de desaceleración menos acusados. El empleo modera también su ritmo de crecimiento.
Por otro lado, pese a bajar un 4,2% en julio con respecto al mes anterior, y subir solo seis décimas en términos interanuales (con relación a julio de 2021), la actividad de la industria de Euskadi se mantiene en buen nivel, según los datos elaborados por el Eustat.

Contrary to popular belief, Entre enero y julio,
el aumento acumulado en el conjunto del 
sector industrial vasco se situó en 6,7%

Así, entre enero y julio, el crecimiento acumulado en el conjunto del sector industrial vasco se situó en el 6,7%, gracias al buen comportamiento tanto de la energía como de los bienes de equipo, de los de consumo y de los intermedios. Por territorios, los tres registran tasas de crecimiento: el 8,1% en Bizkaia, y el 5,8% tanto en Álava como en Gipuzkoa. En cuanto al paro, aunque creció en agosto en Euskadi en 2.564 personas (un 2,31%), hasta situarse en 113.758 desempleados, según Lanbide, se contabilizan hoy 8.502 parados menos, en relación a agosto de 2021, y 32.692 menos si se compara con el mismo mes de 2020.
Según el consejero Pedro Azpiazu, la economía vasca crecerá por encima del 4% este año, pero que como “toda la incertidumbre se está concentrando en 2023”, habrá que revisar el crecimiento de ese año a la baja. “Pero, seguramente, irá por encima del 2%, que es nuestro crecimiento potencial”. En pocas semanas, el Departamento de Economía y Hacienda tendrá las nuevas previsiones, necesarias para elaborar los presupuestos de 2023. Unas cuentas que el lehendakari Urkullu ya ha anunciado que serán expansivas, primando las políticas sociales, con más presupuesto que este año.

Acuerdos para paliar los efectos de la inflación

Con una inflación en torno al 10% durante varios meses consecutivos, la mayoría de los agentes socioeconómicos reclama acuerdos para paliar sus efectos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya anunció el 2 de marzo en el Congreso de los Diputados que impulsaría un gran pacto de rentas con los sindicatos y los empresarios con el objetivo de evitar caer en una espiral de inflación. En abril, el diputado general de Álava, Ramiro González, dijo –y lo repitió recientemente– que ante la situación económica actual “es el momento para un gran pacto de rentas”. En la misma línea se expresaban hace unos días el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, quien ya en abril también habló de un “pacto común” para afrontar la inflación de forma conjunta. En opinión de Azpiazu, el pacto de rentas es una clave para reducirla. Para Iñigo Urkullu, ese acuerdo es necesario para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo con sus salarios. Todos, además, estiman que en ese pacto deben buscarse el compromiso y el equilibrio. El lehendakari reclama que se pueda alcanzar “desde la negociación colectiva, desde un gran acuerdo de país entre las patronales empresariales, los sindicatos y los agentes sociales y económicos”. Y se pide, además, diálogo social, moderación y realismo en las negociaciones. No obstante, las diferencias que se están evidenciando entre empresarios y sindicatos no hacen prever que a corto plazo pueda lograrse el demandado pacto.

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