El Clúster de Alimentación de Euskadi afronta una nueva etapa. Habiendo cumplido los objetivos de su anterior Plan Estratégico, la asociación empresarial que abarca a toda la cadena de valor del sector alimentario vasco se plantea la necesidad de definir una nueva hoja de ruta para dar respuesta a los retos de los próximos años. A través del nuevo Plan Estratégico 2020-2023, el Clúster persigue posicionarse como el agente de referencia de las empresas de alimentación de Euskadi, reforzando también su papel como interlocutor con la Administración.

Con una década de vida y más de un centenar de empresas y entidades asociadas, el Clúster de Alimentación es una organización totalmente consolidada y establecida en el panorama alimentario de Euskadi. Un sector que se ha convertido en pilar socio-cultural del País Vasco y uno de sus valores más representativos. Además, la alimentación toma protagonismo en términos de competitividad por el Gobierno vasco en la próxima revisión de la Estrategia de Especialización Inteligente RIS3. De esta manera, el rol del Clúster se ve reforzado, puesto que es el agente que puede impactar en el sector ayudando a las empresas a hacer frente a los retos que surgen en un entorno cada vez más cambiante, con nuevos estilos de vida y hábitos de consumo, disrupciones tecnológicas, tendencias globales, etc., jugando un papel determinante en la intermediación tecnológica y dinamización de proyectos.
Por todo ello, el Clúster de Alimentación estimó necesario elaborar un nuevo Plan Estratégico, con el fin de establecer nuevos objetivos y recogerlos junto a los métodos de actuación para conseguirlos. Este Plan Estratégico, que abarcará el periodo 2020-2023, es el resultado de un proceso participativo, liderado por la Junta Directiva, en el que los socios han colaborado para trazar el camino que permita al clúster alcanzar los tres Objetivos Estratégicos planteados para los próximos años: ser el referente que vertebre a toda la cadena de valor del sector alimentario vasco; establecer un modelo de gobernanza, gestión, financiación y relación que lleven al clúster a alcanzar la excelencia organizativa, y desarrollar una propuesta de valor segmentada y atractiva para promover la competitividad de las empresas socias. Dichos objetivos dan forma a la nueva estrategia a seguir por la organización, denominada de forma abreviada REC (Referente, Excelencia, Competitividad).

Estos tres objetivos se concretan en una serie de líneas que marcarán la dirección del Clúster de Alimentación para los próximos cuatro años. De esta manera, y guiado por los valores de confianza, cooperación, conocimiento y responsabilidad social, el clúster buscará vertebrar a toda la cadena de valor del sector y reforzar su imagen y posicionamiento (Referente), así como poner al asociado en el centro, ampliar la red de colaboradores, afianzar el modelo de financiación autónoma y diseñar un plan de acogida para nuevos asociados (Excelencia). A su vez, trabajará en el desarrollo de mercados, el conocimiento del consumidor, la innovación tecnológica y no tecnológica y la atracción y desarrollo de talento (Competitividad). En definitiva, lo que persigue el clúster mediante estas actuaciones es mejorar el potencial de las empresas asociadas promoviendo la generación de valor añadido y la orientación al mercado.