GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2024 La energía renovable y las empresas vascas

En los últimos meses hemos visto cómo empresas alemanas de renombre (industria automovilística, farmacéutica…) están parando sus fábricas o abandonando su territorio por los altos precios de la energía. Pero ¿puede ocurrir esto en Euskadi? ¿Hay riesgo de que las empresas abandonen su tierra? ¿Se puede poner en riesgo la ampliación de grandes conocidas empresas? La respuesta es afirmativa, no hay duda. De hecho, en los últimos años, diversas empresas vascas, especialmente las electrointensivas, han realizado paros en su producción debido al precio de la energía. Es importante señalar que para la mayoría de estas empresas el precio energético supone a veces hasta el 60% de sus costes.

Para paliar esta situación es urgente implantar nuevos proyectos de generación renovable en Euskadi, es necesario realizar pedagogía para que la sociedad y las empresas vascas conozcan plenamente los beneficios sociales, económicos y ambientales que traen consigo las energías solar fotovoltaica y eólica. 

Euskadi tiene un gran potencial de crecimiento en energías renovables, de hecho, está a la cola de Europa y las cifras hablan por sí solas: la producción eléctrica renovable sobre el total del consumo eléctrico es un 7,3% para Euskadi frente al 63,6% de España y el 54% de la Unión Europea. Es un territorio gran importador de energía y esto se traduce en que cuanta más energía importe, menos independencia tendrá.

Según la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, la producción renovable de Euskadi debe alcanzar el 32% en el año 2030, es decir, es necesario multiplicarla por cuatro en seis años.

Los resultados del último Ecobarómetro de Clima y Energía llevado a cabo por el gabinete de prospección sociológica del Gobierno Vasco revelan que seis de cada diez vascos se muestran a favor de contar con un parque de generación renovable en su entorno. Preguntados sobre los tipos de energía que se deberían impulsar en el País Vasco, la mayoría señala principalmente a la energía solar (8,1 en una escala de 0 a 10).

A pesar de las buenas cifras de percepción que arroja este barómetro, el territorio se está quedando atrás en esta transición energética. Debemos cambiar urgentemente, ser ambiciosos y promover la energía renovable, para que podamos luchar contra el cambio climático y alcanzar la soberanía energética. Se nos echa el tiempo encima y tenemos que promover la construcción de parques solares y eólicos porque si no, no cumpliremos la neutralidad de emisiones en 2050 marcada por Europa.

Hay una cosa clara; si se retrasa el ritmo de desarrollo de las energías renovables en Euskadi, los ciudadanos, empresas y, especialmente al sector industrial vasco, pagarán más por la energía, debido a los costes de transporte, impidiendo que puedan producir y alcanzar los objetivos de descarbonización a un coste razonable.

La apuesta por la transición energética es un objetivo con el que la mayoría de la sociedad vasca está comprometida, puesto que sabe que no es rentable ni económica ni medioambientalmente apostar por un mix energético vinculado al carbón y al gas, sino aprovechar de forma eficiente y responsable los recursos naturales para consolidar y seguir impulsando, no lastrando, la competitividad de la industria y economía vascas lo que redundará en un mayor y mejor empleo y calidad de vida de todos los vascos.

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