“Demoler para construir el futuro: una necesidad ineludible para unas infraestructuras sostenibles”
Erik Sandonis, responsable de Oficina Técnica e I+D+i de Lezama Demoliciones
- Erik Sandonis (Cuaderno Infraestructuras 2025)
- 22-Octubre-2025
Erik Sandonis, responsable de Oficina Técnica e I+D+i de Lezama Demoliciones.
Las infraestructuras son el esqueleto de nuestra sociedad moderna. Carreteras, puertos, centros logísticos, polígonos, instalaciones energéticas e industriales, y claro, espacios urbanos, no solo conectan territorios y personas, sino que sustentan la actividad económica y social. Pero ese esqueleto va necesitando periódicamente renovación, a medida que alcanza su final de vida. Y toda renovación comienza con una buena demolición.
Frente a la idea anticuada de la demolición como destrucción sin más, hoy hablamos de una actividad técnica, precisa, estratégica y sobre todo, SOSTENIBLE Y CIRCULAR. Una actividad absolutamente necesaria para el desarrollo de nuevas infraestructuras adaptadas a los desafíos del siglo XXI. Una demolición bien planificada no solo libera espacio para el crecimiento, sino que lo hace respetando el entorno, minimizando el impacto sobre el suelo, las edificaciones colindantes o el ecosistema. En este sentido, las técnicas especializadas permiten incluso preservar estructuras de valor o garantizar la seguridad en entornos densamente urbanos o industriales.
Pero, además, en un contexto de emergencia climática y escasez de recursos, no basta con demoler bien: hay que demoler con visión circular. Gestionar adecuadamente los residuos derivados de una demolición —clasificarlos, tratarlos, revalorizarlos— es un deber con la sociedad. Gracias a ello, estos materiales pueden reincorporarse al mercado como materias primas secundarias e incluso formar parte de la construcción posterior en el mismo emplazamiento. Así, la demolición se convierte en el primer paso de la cadena de valor de una infraestructura sostenible.
Esta filosofía no se limita a un tipo de obra. Es aplicable a la regeneración urbana que da paso a nuevos espacios habitacionales o de servicios, a los recintos industriales que quedan obsoletos y deben transformarse en polos de innovación, o a las grandes intervenciones de obra pública como carreteras, líneas ferroviarias o puertos, donde es habitual que sea necesaria una demolición previa antes de acometer la obra nueva. Incluso en las reformas, que representan una parte creciente de la actividad constructiva, la demolición selectiva permite ganar eficiencia y reducir costes y residuos.
En Lezama Demoliciones entendemos que solo es posible construir mejor si primero se demuele bien. Por eso defendemos una demolición rigurosa, tecnológica, respetuosa con el entorno y alineada con los principios de la economía circular. Porque preparar el terreno no es un trámite, es una responsabilidad. Y porque el futuro no se improvisa: se construye desde los cimientos… aunque a veces, haya que demoler primero.

