“Euskadi avanza en emprendimiento: se reduce el miedo al fracaso y crece su impacto innovador e industrial”
María Saiz, presidenta del Observatorio Vasco del Emprendimiento EEB-OVE
- María Saiz
- 03-Noviembre-2025
María Saiz, presidenta del Observatorio Vasco del Emprendimiento EEB-OVE.
Los últimos datos del Observatorio Vasco del Emprendimiento EEB-OVE recientemente publicados en el Informe Global Entrepreneurship Monitor Euskadi 2024-2025 reflejan un avance significativo del ecosistema vasco de emprendimiento.
Durante años, el miedo al fracaso ha sido uno de los principales frenos al emprendimiento en Euskadi, un estigma profundamente arraigado que ha condicionado y condiciona la decisión de emprender. Sin embargo, por primera vez, este obstáculo muestra signos claros de debilitamiento y se alinea con los niveles observados en economías consolidadas como Alemania o Estados Unidos. Esta mejora en la percepción del riesgo es una señal de madurez social que puede transformar el futuro del emprendimiento vasco.
Este cambio cultural viene acompañado de un fenómeno esperanzador: el incremento del impacto del emprendimiento vasco. Hoy, el ecosistema emprendedor muestra una clara orientación hacia sectores industriales, con proyectos más innovadores, internacionalizados y generadores de empleo. Pero quizás lo más revelador es el giro en las motivaciones: el impacto social y la generación de riqueza ganan protagonismo frente a los enfoques más tradicionales. Este conjunto de factores dibuja un ecosistema emprendedor más sofisticado, transformador y comprometido.
Otro cambio revelador de los datos EEB-OVE 2024-2025 es el perfil de quienes deciden emprender. La edad media de la población emprendedora en fase inicial ha descendido de 44 a 38 años, marcando uno de los registros más bajos de la última década. Este rejuvenecimiento no solo aporta frescura y nuevas perspectivas, sino que también refleja una mayor predisposición de las nuevas generaciones a asumir riesgos y liderar proyectos transformadores.
A este fenómeno se suma el impulso emprendedor del colectivo migrado, cuya tasa de emprendimiento ha pasado del 3,8% al 15,5% en apenas un año. Más de la mitad de estas personas (54,6%) provienen de otros
países europeos, lo que evidencia una Euskadi cada vez más abierta, diversa y atractiva para emprender. Este nuevo perfil, más joven y multicultural, es una señal clara de que el emprendimiento en Euskadi está ganando en dinamismo, inclusión y proyección internacional. Las brechas de género siguen siendo una asignatura pendiente. Las emprendedoras vascas parten de niveles de renta, riqueza y educación financiera más bajos. Esta desventaja genera mayores dificultades en el acceso a financiación y condiciona el futuro de sus proyectos.
En definitiva, Euskadi consolida su posición como uno de los ecosistemas emprendedores más sólidos y mejor valorados del Estado. Se sitúa en la cima del ranking nacional junto a Madrid, y supera con creces la media de la UE-27 en la comparativa internacional. No obstante, la actividad emprendedora vasca persiste en tasas por debajo de la media europea, un modelo selectivo que tiene margen de mejora y debe ambicionar a crecer y a seguir trabajando en educación emprendedora.
