Cidetec fabricará pequeños lotes de nanofármacos en una nueva planta

Reducirá el tiempo para que las formulaciones lleguen del laboratorio al paciente

IK4-Cidetec lleva más de 10 años investigando en nanomedicina y tiene tecnología propia patentada.

Un reto al que se enfrenta la nanomedicina es rentabilizar el esfuerzo acometido en I+D, generando productos que lleguen al mercado y recuperando las inversiones realizadas. En los últimos años se está haciendo un esfuerzo público y privado para identificar los puntos críticos que bloquean la traslación al mercado de los resultados de la investigación.

El centro tecnológico guipuzcoano IK4-Cidetec lleva más de 10 años investigando en nanomedicina y cuenta con tecnología propia patentada. Actualmente, con el afán de avanzar en la traslación de su conocimiento, está montando una planta piloto especializada en la producción de pequeños lotes de nanofármacos para investigación, que operará bajo normas de correcta fabricación (NCF). El objetivo es el de reducir el tiempo que es necesario para que las nuevas formulaciones lleguen desde el laboratorio a los pacientes.
La planta estará operativa a principios de 2017 y dispondrá de equipamiento para la producción de monodosis asépticas y liofilizados. La puesta en marcha de la planta se enmarca dentro del proyecto europeo NanoPilot, financiado por la Comisión Europea dentro del programa Horizonte 2020 por un importe total de 6,5 millones de euros.

Se enmarca en el proyecto europeo NanoPilot,

financiado por la CE dentro del programa

H2020 por un importe de 6,5 millones

Entre 10 y 15 años
Se estima que el tiempo requerido para desarrollar un nuevo fármaco y llevarlo al mercado está entre los 10-15 años. Una vez seleccionado un prototipo, es necesario llevar a cabo todo el desarrollo preclínico del mismo que demuestre que el fármaco será seguro y eficaz para su uso en humanos. Completada esta etapa, y demostrada la seguridad del fármaco, éste puede pasar a testarse en humanos en ensayos clínicos. Todo ello se realiza de acuerdo a unas estrictas normas de calidad, tanto en lo concerniente al testeo como a la fabricación. Es por ello que cualquier fármaco que sea administrado a los pacientes debe fabricarse de acuerdo a las normas de correcta fabricación (NCF), conocidas en inglés por las siglas GMP (Good Manufacturing Practices).
Sin embargo, durante el desarrollo de nuevas formulaciones y especialmente cuando se desarrollan tecnologías novedosas, es complicado contar con plantas piloto especializadas capaces de producir lotes pequeños que operen bajo NCF. Numerosos estudios apuntan a que la nanomedicina va a convertirse en el próximo gran avance que revolucione el sector farmacéutico.

La fabricación se iniciará a comienzos

de 2017 produciendo monodosis

asépticas y liofilizados

De hecho, estudios de mercado especializados predicen un incremento de la tasa anual del 12% entre los años 2014 y 2020, llegando a alcanzar los 195.000 millones de dólares para el 2020. La inversión en I+D en los últimos años ha permitido desarrollar la nanotecnología aplicada a la salud principalmente a escala de laboratorio, para el desarrollo de lo que se conoce como nanofármacos.
Así por ejemplo, la Comisión Europea, solo entre los años 2007 y 2014, financió 84 proyectos de investigación por un valor total de 430 millones de euros. Sin embargo, el número de nanofármacos en el mercado es todavía reducido. En el año 2014, los nanofármacos aprobados para su comercialización en toda Europa no llegaron a 50.

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