Amaia Barredo propone una futura PAC “basada en la simplificación, subsidiariedad y seguridad alimentaria”

La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca ha trasladado al Consejo Agrario y Alimentario las líneas maestras del Gobierno vasco para la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) 2028-2034

Amaia Barredo, consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco. Foto: Irekia

Amaia Barredo, consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco ha presentado, en el Consejo Agrario y Alimentario, las líneas estratégicas que Euskadi defenderá en el proceso de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) que se abrirá en la Unión Europea después del verano.
Durante el encuentro, celebrado con la participación de representantes de las principales organizaciones sindicales agrarias y del conjunto del sector agroalimentario vasco, la consejera Barredo ha expuesto “el posicionamiento institucional que el Gobierno vasco considera imprescindible defender de cara a la definición de la PAC 2028-2034”. 
Barredo considera que “es necesario repensar en profundidad la arquitectura actual de la PAC y adecuarla a un contexto marcado por desafíos estructurales, incertidumbre geopolítica y crisis climáticas”.
La sailburu Amaia Barredo estima que “la próxima PAC debe significar una política útil, realista y sensible a las necesidades del sector, con un enfoque claramente orientado a la producción de alimentos, la sostenibilidad y el equilibrio territorial. Euskadi está comprometida con una política agraria fuerte, que apoye a nuestras explotaciones, reconozca el papel de las regiones, promueva un atractivo relevo generacional y garantice un futuro digno al colectivo profesional del primer sector”.
El documento presentado por el Gobierno vasco se articula en torno a tres ejes fundamentales, recogidos bajo la denominación coloquial “de reforma de las tres S”:

Simplificación
La propuesta vasca apuesta decididamente por una simplificación real y efectiva de la Política Agrícola Común, que reduzca la complejidad burocrática y mejore la eficiencia en la gestión, tanto para los potenciales beneficiarios como para las administraciones.
Actualmente, en Euskadi se gestionan 39 intervenciones diferentes, 21 de ellas correspondientes a ayudas directas del primer pilar. Esta atomización de medidas resulta desproporcionada, dificulta el acceso a las ayudas y tensiona los recursos administrativos. En este sentido, Amaia Barredo insiste en que “la simplificación no puede ser una promesa vacía. Es hora de racionalizar el sistema y reducir la carga administrativa que soportan tanto las explotaciones como las instituciones”.

Subsidiariedad
“La actual reforma de la PAC ha supuesto un avance en la aplicación del principio de subsidiariedad al permitir que cada Estado miembro adapte parte de la política a sus propias características mediante Planes Estratégicos Nacionales. Sin embargo, este enfoque no ha ido lo suficientemente lejos, y ha dejado de lado a regiones con competencias plenas en materia agraria, como es el caso de Euskadi” observa Amaia Barredo.
Según Amaia Barredo "el Gobierno vasco considera imprescindible que la próxima reforma reconozca la realidad institucional de los Estados con estructuras regionales gestionadas por gobiernos autónomos o subestatales, y que se contemple la posibilidad de diseñar y aplicar Planes Estratégicos Regionales. Esta mayor descentralización permitiría responder mejor a las características agroclimáticas, económicas y sociales de cada territorio, dotando de mayor eficacia y legitimidad a la política común".
“La PAC no puede ser uniforme en su aplicación. Europa es diversa, y también lo es el sector agrario. En el caso de Euskadi, contamos con un modelo productivo propio y con competencias suficientes como para gestionar nuestras prioridades de forma autónoma, y desde una óptica regional”, ha recalcado la Consejera Barredo.

Seguridad alimentaria
Ante el nuevo escenario global, marcado por conflictos, disrupciones comerciales, impactos del cambio climático y volatilidad en los mercados, el Gobierno Vasco defiende que la PAC recupere como prioridad estratégica la seguridad alimentaria europea.
“Esto no supone renunciar a los objetivos ambientales del Pacto Verde, pero sí replantearlos desde un enfoque más realista y progresivo, basado en incentivos y no en prohibiciones que comprometan la capacidad productiva sin ofrecer alternativas viables” detalla Amaia Barredo.
“El abastecimiento estable de alimentos seguros, sostenibles y de calidad debe volver al centro del debate europeo. La seguridad alimentaria, junto con la soberanía tecnológica y energética, es una cuestión geopolítica. Por eso, la próxima PAC debe garantizar las condiciones necesarias para mantener y reforzar nuestro tejido agroganadero”, ha destacado la consejera. Además de los tres apartados, el Gobierno vasco plantea una revisión del modelo actual de ayudas, que permita una mayor flexibilidad, capacidad de adaptación y coordinación entre políticas.
De cara a este nuevo escenario, es fundamental contar con un marco financiero plurianual fuerte, en el que se apueste decididamente por el sector agrario. En este sentido, Amaia Barredo aboga por ampliar el presupuesto destinado al nuevo periodo de programación, asegurando así los recursos necesarios para afrontar los desafíos presentes y futuros del primer sector.
Además de los tres apartados, el Gobierno Vasco plantea una revisión del modelo actual de ayudas, que permita una mayor flexibilidad, capacidad de adaptación y coordinación entre políticas. 
Entre los elementos clave del nuevo enfoque de ayudas que propone el departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco se incluye:             
   • Mantenimiento de los dos pilares actuales (ayudas directas y desarrollo rural).             
Estructuración dual de las intervenciones: planes nacionales y planes regionales (en el caso de España). 
   • Reparto proporcional de los fondos, asignados con base en el presupuesto actual (bolsas financieras). 
   • Activación de mecanismos de ayuda extraordinaria (por ejemplo, un 5% del presupuesto) para hacer frente a fenómenos climáticos adversos o crisis de mercado.  
   • Contribución obligatoria de la política regional (FEDER, FSE+, FEMP, Fondo de Cohesión) en las intervenciones del segundo pilar, fomentando un desarrollo rural más integrado y transversal.

Colaboración
La reunión del Consejo Agrario y Alimentario  constituye el primer paso para consolidar una posición común vasca que será trasladada tanto al Ministerio de Agricultura como a las instituciones comunitarias en los próximos meses.
“El Departamento de Alimentación Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco continuará trabajando en estrecha colaboración con las organizaciones sindicales agrarias, cooperativas, asociaciones del sector y otros agentes para defender los intereses del campo vasco en un momento clave para su futuro” comentaba Amaia Barredo.
“En este sentido, el sector ha visto con buenos ojos el planteamiento realizado y ha solicitado que se mantenga esta interlocución con la administración y que a medida que se avance en estas reuniones se opte por la participación del mismo con la realización de propuestas” ha comentado Amaia Barredo. 
Amaia Barredo afirma que “el momento es ahora: Euskadi quiere y debe tener voz propia en el diseño de la nueva PAC. Tenemos experiencia, conocimiento y legitimidad institucional para aportar valor a una política europea que debe volver a mirar nuestro territorio con inteligencia y sensibilidad”.

Más noticias de Economía / Ekonomia