La responsabilidad social empresarial se encuentra al final de su segundo ciclo de evolución. Una primera etapa, ‘el ciclo del optimista’, se caracterizó por una RSE liderada por las empresas y una supremacía de los estándares de sostenibilidad. El actual ‘ciclo de la convicción’, ha conseguido incorporar a gobiernos e instituciones como agentes aceleradores de la agenda global, y viene caracterizado por la irrupción del ‘soft-law’ como herramienta de atracción de una mayoría de empresas. Las agendas de RSE han pasado de un nivel de baja madurez, basado en la reputación, a un grado de mayor foco en el impacto, centrado en el alineamiento c
En un entorno empresarial, el cumplimiento normativo o ‘compliance’ implica cumplir con las leyes, regulaciones, reglas y políticas, vigilar el clima legal y regulatorio en constante cambio, y hacer las modificaciones necesarias para que la empresa continúe operando con buen prestigio dentro de su industria, comunidad y base de clientes. Pero en un sentido más amplio, ese cumplimiento corporativo se extiende más allá de la mera conformidad legal y regulatoria, adentrándose en el ámbito de la promoción de la ética organizacional y la integridad corporativa. De carácter absolutamente voluntaria, la certificación de los sistemas de gestión