Una estrategia energética basada en la eficiencia y las renovables

Euskadi actualiza a 2030 sus objetivos, con el gas natural como energía de transición

La Estrategía Energética Vasca 2030 busca guíar la transición hacia una economía no dependiente del petróleo, con la eficiencia, las renovables y el gas natural como ejes.

El gas sigue siendo en el País Vasco un importante recurso energético para avanzar hacia la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. El Gobierno autónomo es consciente de ello e impulsa o participa en acciones que potencien su utilización o su gestión.

El Ejecutivo de Gasteiz aprobó el pasado año una actualización de la Estrategia Vasca de Energía a 2030, 3E 2030, en la que se plantea alcanzar un nivel de ahorro hasta ese año del 17%, mediante la eficiencia, el uso de las renovables y la reducción del consumo de derivados del petróleo, junto al gas natural, como energía de transición.
El Gobierno vasco decidió la aprobación de esta nueva estrategia tras revisar los retos anteriormente planteados a 2020, que no estaban consiguiendo acercarse a los objetivos establecidos a causa de la crisis, las reformas en el sector energético, en general, y en el eléctrico en particular, los recortes en actividades reguladas, con especial incidencia en la cogeneración y las renovables.
Así, entre las principales líneas de actuación de la nueva estrategia energética, en el sector industrial se pretende mejorar la competitividad en costes energéticos e impulsar la progresiva sostenibilidad, reduciendo el consumo de energía y fomentando el uso de las más ecológicas.
En el ámbito del transporte, el desafío es la disminución de la dependencia del petróleo, impulsando los vehículos alternativos y potenciando la incorporación de las instalaciones de recarga necesarias. En lo relacionado con los hogares, se avanzará en la reducción del consumo de energía aumentando la integración de instalaciones de aprovechamiento de las renovables para autoconsumo térmico y eléctrico. Por último, se impulsará la generación con renovables y se fomentará su desarrollo tecnológico.

4.930 millones de euros es la previsión de

inversiones que estima movilizar la 3E 2030.

17% de ahorro, con una disminución

de 1,25 millones de Tep.

Y para conseguir todos estos objetivos energéticos planteados, se deben promover unas inversiones en el conjunto de sectores de 4.930 millones hasta 2030, de los que 920 serán de la Administración vasca. Por áreas destacan los desembolsos en eficiencia (45%) y en renovables (50%).
Objetivos
La nueva Estrategia Energética tiene unos objetivos ambiciosos. Así, en cuanto a ahorro de energía primaria, aspira a economizar 1,25 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Tep) año entre los ejercicios de 2016 y 2030, lo que equivaldría al 17% de ahorro en el año 2030. Esto supondría mejorar la intensidad energética un 33% en ese periodo.

Busca incrementar el uso de las renovables un 126%,

para alcanzar las 966.000 Tep de aprovechamiento

En lo que se refiere a la potenciación de las energías renovables, se pretende incrementar su uso un 126%, para alcanzar al final del periodo las 966.000 Tep de aprovechamiento, lo que significaría alcanzar una cuota de energías renovables en consumo final del 21%. Asimismo, se busca aumentar la participación de los sistemas de cogeneración y de las energías renovables para la generación eléctrica, de forma que pasen del 20% en 2015, al 40% en 2030.
La 3E 2030 también incluye el ámbito del transporte, por ser intensivo en consumo energético. En este ámbito, el reto es alcanzar una cuota del 25% de energías alternativas en el transporte por carretera, incidiendo en la progresiva desvinculación del petróleo y la utilización de vehículos cada vez más sostenibles.
Por último, quiere contribuir a mitigar el cambio climático, reduciendo tres millones de toneladas anuales de gases de efecto invernadero con medidas energéticas.

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