Proyectos que avanzan en clave de I+D+i

Euskadi busca ser un referente en validación de equipos eólicos mediante los laboratorios del Windbox. En la imagen, banco de Pitch Hidráulico.

La energía es uno de los tres ámbitos prioritarios establecidos en la Estrategia de Especialización Inteligente RIS3 Euskadi. De cara a ordenar y liderar el desarrollo de I+D+i en esta materia, en 2016 se puso en marcha un Grupo de Pilotaje, coordinado por el Clúster de Energía que, tomando como eje la Estrategia EnergiBasque rediseñada recientemente y centrada en ocho áreas, ha ido avanzando y estableciendo sinergias con el foco puesto en tres cadenas de valor de alto potencial: la energía offshore, las redes inteligentes y la eficiencia energética en la industria, que, a su vez, se han visto plasmadas en distintos proyectos clave. Concretamente, tres de ellos -Bidelek Sareak, Windbox y HarshLab, abordados desde la colaboración entre distintos agentes públicos y privados, han logrado materializarse o lo harán en los próximos meses, aportando importantes beneficios a la industria energética vasca.

Dentro de las tres cadenas de valor identificadas por el Grupo de Pilotaje de Energía, la que ha verificado un mayor desarrollo en los dos últimos años ha sido la correspondiente a ‘smart grides’ gracias al proyecto Bidelek Sareak. Orientado a dotar de redes inteligentes a zonas urbanas y rurales a fin de incrementar la eficiencia y seguridad del suministro eléctrico, el proyecto fue acometido conjuntamente por el Gobierno vasco, a través del Ente Vasco de la Energía (EVE) e Iberdrola Distribución, con una inversión de 60 millones de euros. Culminado con éxito en marzo de 2017, el proyecto ha generado ventajas a los consumidores, a la sociedad y a la industria en general, y ha colaborado de manera importante a incrementar la competitividad internacional de las empresas, su facturación y su nivel de I+D.
Bidelek 4.0 Decididos a seguir impulsando esta estrategia de digitalización de la red eléctrica, y dando un salto cualitativo importante, este año se ha puesto en marcha Bidelek 4.0, un proyecto innovador liderado por el EVE, Iberdrola y la Diputación foral de Bizkaia, con la colaboración de 25 empresas.

Los agentes tecnológicos vascos están representados en todas las cadenas de valor de la energía. En la imagen, instalaciones de IK4-Ikerlan.

Su realización supondrá una inversión conjunta de aproximadamente 30,5 millones de euros en los próximos tres años para, entre otros objetivos, lograr que la mayor digitalización de las redes eléctricas facilite la integración eficiente del autoconsumo y otros recursos energéticos distribuidos, prestando nuevos servicios a unos clientes cada vez mejor informados y más sensibilizados con la eficiencia y la sostenibilidad.

Laboratorio Ingrid, de Tecnalia.

Windbox completa su estructura. Y mientras empieza a rodar esta nueva iniciativa, otra está a punto de completarse en su integridad para ofrecer a la empresa vasca un banco de pruebas en el que poder testar sus avances en materia de I+D en un entorno real, antes de una fabricación a gran escala. Se trata del Centro de Fabricación Avanzada Eólica Windbox, ubicado en las instalaciones de IK4-Tekniker de Eibar, un centro de ensayos avanzados para la integración y validación de subsistemas eólicos. El proyecto se encuadra dentro de la cadena de valor de energía offshore, que integra líneas tecnológicas, actuaciones transversales e iniciativas estrate?gicas comunes a las áreas de Eólica, Energía de las Olas y Oil&Gas, y protagoniza una de las principales apuestas estratégicas desarrolladas en los últimos años en el campo de la energía de emplazamiento marino. Con una inversión de 14 millones de euros, el proyecto inició su andadura en 2015 de la mano del consorcio de empresas, traccionadas por el Clúster de Energía y con el apoyo del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, SPRI y la Diputación de Foral de Gipuzkoa. De los cuatro bancos de pruebas contemplados en el proyecto, en este momento solo se encuentra plenamente operativo el Pitch Hidráulico, que permite probar y optimizar el sistema de cambio de paso (pitch) de los aerogeneradores en condiciones muy similares a las de un parque eólico real; por su parte, el banco de Cuerpo de Anillos del Generador se encuentra en fase de ensayos; y los dos restantes, de Rodamiento de Pala y Buje y el de Yaw, están aún en construcción si bien se espera que este último pueda estar a pleno rendimiento el próximo mes de junio, permitiendo probar el mecanismo de orientación de los aerogeneradores para aprovechar mejor el viento.

Windbox, el gran proyecto de la energía eólica del

País Vasco, pondrá en funcionamiento en los

próximos meses dos nuevos bancos de ensayo

Experimentos in situ. También para esta próxima primavera está prevista la puesta en marcha de la iniciativa HarshLab, un laboratorio offshore desarrollado por Tecnalia en colaboración con 11 empresas, entre ellas Erreka, Tubacex, Navacel, Vicinay, Ditrel, Glual, Hine, Nem Solutions, Sayma y Credeblug, que permitirá a los desarrolladores de tecnología y producto destinados a instalaciones de energía en entorno marino, llevar a cabo experimentos ‘in situ’. Esta infraestructura se ubicará en uno de los puntos de anclaje de Bimep, la plataforma de ensayos de energía marina instalada en Armintza (Bizkaia). Si todo se desarrolla como está previsto, el laboratorio flotante podría ver ampliadas sus funcionalidades en el espacio de un año. Precisamente, Bimep es el lugar donde se está probando actualmente Marmok, el captador de energía de las olas (undimotriz), que en diciembre pasado superó los 12 meses de pruebas en condiciones de mar reales. Es el primer dispositivo flotante de tecnología OWC (columna de agua oscilante) que ha sido instalado y conectado en todo el Estado y el primero en Europa en superar la barrera del año de pruebas en el mar generando electricidad.

Tras el éxito del proyecto Bidelek Sareak, EVE,

Iberdrola y Diputación foral de Bizkaia

ponen en marcha el reto Bidelek 4.0


La eficiencia energética en procesos de fabricación, y el diseño que minimice el uso de recursos, tanto en la fabricación de equipos y componentes como a lo largo de su ciclo de vida, dentro de un concepto de economía circular, sostienen la tercera cadena de valor identificada por la estrategia EnergiBasque. En este ámbito se han desarrollado hasta la fecha dos grandes proyectos. De un lado, la creación del Basque Ecodesign Center, fruto de la colaboración entre el sector privado y el Gobierno vasco (Ihobe), con el objetivo de conceptualizar y ejecutar proyectos innovadores de ecodiseño. Por otro lado, la puesta en marcha del proyecto Calor, centrado en desarrollar, implementar y comercializar soluciones innovadoras que permitan reducir la intensidad en el consumo de energía y el impacto medioambiental de los procesos de fabricación mediante un aprovechamiento eficiente y rentable del calor residual. La iniciativa cuenta con la implicación activa de 75 organizaciones, empresas de nueve sectores industriales y agentes científico-tecnológicos.

La energía centra el interés de

los agentes tecnológicos vascos

Agentes tecnológicos. En Euskadi los principales agentes tecnológicos tienen en la energía uno de sus principales focos de interés y actividad. Además de participar en numerosos proyectos compartidos, cuentan con instalaciones e iniciativas propias. Por ejemplo, desde IK4 se trabaja intensamente en los nuevos sistemas de almacenamiento de energía, las baterías del futuro, la electrónica de potencia o los nuevos materiales. Tecnalia, por su parte, dispone de Ingrid, un moderno laboratorio para responder a las necesidades actuales y futuras de las redes eléctricas de distribución y transporte y, en particular, al desarrollo de las ‘smart grids’. También Cidetec cuenta con una división específica dedicada al almacenamiento de energía, ámbito en el que es un referente internacional, con una planta de baterías. Por último, el CIC energiGUNE es un referente europeo en materiales y sistemas de almacenamiento de energía.

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