Con motivo de la celebración de su XXVII Asamblea anual, la Asociación Clúster del Papel de Euskadi ha hecho balance del año 2023 marcado por una importante caída de la demanda de productos papeleros y una mejoría de los costes energéticos después de que en 2022 estos alcanzaran récords históricos. 
En un contexto caracterizado por un gran número de riesgos globales (macroeconómicos en varios países de la UE, climáticos, demográficos, geopolíticos) frente a los que se debe mantener la competitividad, la Asamblea ha analizado los retos a los que se enfrenta el sector en 2024 en materia de integración de criterios ASG (cuestiones Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo) en las decisiones estratégicas, de modelo de negocio y de inversión para ser considerado un referente en su contribución a un mundo medioambiental y socialmente más sostenible.
Igualmente, la Asamblea ha puesto en valor que los productos papeleros sean reconocidos como claves para el desarrollo de la bioeconomía circular descarbonizada a medio plazo, así como el trabajo sectorial en las áreas de Smart Industry (automatización, digitalización e inteligencia artificial), circularidad, descarbonización y desarrollo de nuevos biomateriales sustitutivos de materiales producidos a partir de combustibles fósiles.
Demanda de productos papeleros en retroceso durante 2023
En 2023, las empresas de la Asociación Clúster del Papel de Euskadi facturaron 1.554 millones de euros de los que el 48 % fueron exportaciones (752 millones). 
Tanto la facturación, como las exportaciones, sufrieron importantes retrocesos (-13% y -12% respectivamente) debido a unas menores ventas como a una vuelta paulatina a precios de venta anteriores a 2022, cuando escalaron de forma importante para intentar compensar los fuertes incrementos de los costes energéticos que se dieron entonces.
La producción de pasta y papel retrocedió fuertemente (-14,4%) igualmente hasta 1.134.000 toneladas. Prácticamente todos los productos vinculados con el embalaje, el papel prensa y los papeles gráficos, así como muchos papeles vinculados con el consumo cotidiano y papeles especiales vieron como su consumo decrecía de forma importante.
Esta situación se reprodujo a nivel europeo, donde la producción cayó más del 10%, o incluso mundial con caídas que varían en función de los países, debido a la debilidad macroeconómica de algunos mercados y a importantes movimientos de reducción de stocks.
La menor actividad de los fabricantes de pasta y papel ha impactado en sus proveedores que han visto caer sus ventas en algunos casos y en otros reducir de forma preocupante sus carteras de pedidos.
Empleo estable
En 2023 las empresas asociadas emplearon de forma directa a 3.207 trabajadores, manteniéndose, a pesar de la situación, la calidad del empleo (más del 90% de contratos fijos) y una retribución entre un 20% y 30% superior a la de otras empresas del sector de otras comunidades autónomas, e incluso superior a la de muchas plantas competidoras de Europa.
Evolución dispar de costes energéticos y de materias primas
Los precios de electricidad y gas cayeron en 2023 desde los máximos históricos de 2022. No obstante, tanto unos como otros se mantuvieron por encima de los precios prepandemia.
En cuanto al precio de la principal materia prima, la pasta de papel, ya sea fibra larga o corta mantuvo una caída sostenida desde los máximos históricos de 2022 hasta mediados de agosto de 2023, cuando inició una fuerte recuperación hacia los máximos de 2022. 
Se sostiene la inversión
A pesar del escenario descrito, las empresas asociadas al Clúster mantuvieron su esfuerzo inversor con la ejecución de importantes proyectos por valor de 67 millones de euros con objeto de diversificar su producción, mejorar su competitividad y consolidar su liderazgo en materia de sostenibilidad ambiental. 
Desafios 2024
    ● Repunte de costes de materias primas y salariales
Los costes energéticos (gas y electricidad) se mantienen contenidos y parecen estabilizados. Si bien la electricidad ha comenzado a situarse en niveles prepandemia, el gas, aún no.
El coste de la pasta de papel sigue creciendo fuertemente, el del papel recuperado se recupera después del descenso de 2023 y el precio de la madera se encuentra máximos históricos, lo que incide en la rentabilidad empresarial. 
Los costes salariales han vuelto a incrementarse de forma muy importante por el alto nivel del IPC en 2023, incluso por encima de este en función de los convenios sectoriales o de empresa pactados, y por el importante aumento de las bases máximas de cotización a la Seguridad Social.
    ● Tendencia de mercado positiva desde finales de 2023 a la espera de que se consolide en el resto del año
Entre finales de 2023 y principios de 2024 se recuperaba la demanda. Si bien está siendo irregular para algunos productos papeleros, la situación ha mejorado respecto a 2023. 
La falta de actividad entre los fabricantes de pasta y papel vivida en 2023 frenó decisiones de inversión, redujo actividades de mantenimiento y minimizó reparaciones y consumos de materiales lo que impactó en las carteras de pedidos de los fabricantes de bienes de equipo, equipos auxiliares, consumibles e ingenierías. La recuperación de la demanda de productos papeleros respecto a 2023, así como las continuas inversiones de los fabricantes de pasta y papel en productividad, eficiencia y sostenibilidad ambiental hacen esperar una recuperación de la entrada de pedidos a lo largo de 2024. 
    ● 2024 con esperanzas de recuperación 
La evolución de los precios energéticos parece favorable, aunque los costes de las materias primas sean muy altos. Los datos macroeconómicos en el Estado son halagüeños a pesar de las tensiones geopolíticas y de la debilidad de otros países de la UE. Además, la demanda parece recuperarse, aunque existan sobrecapacidades a nivel mundial y persista el bloqueo de la actividad comercial con Argelia. Por todo ello el sector mira 2024 con la esperanza de dejar atrás un 2023 con baja actividad.
    ● Peso sectorial en la economía vasca
En base a los últimos datos disponibles de EUSTAT sobre el PIB vasco, las empresas asociadas al Clúster del Papel representaron prácticamente el 11 % del PIB de la industria manufacturera vasca y el 2,1 % del PIB de la CAV.