La digitalización está impactando en la fabricación y en la distribución de herramientas. Fundamentalmente está trasformando los procesos y canales de venta, avanzando hacia la omnicanalidad.

Las herramientas se encuentran en un ventajoso plano de competitividad en los mercados internacionales gracias a muchos años de continua mejora e innovaciones que han supuesto fuertes desembolsos a los fabricantes. También, la puesta en marcha de fórmulas de mercadotecnia, promociones e incentivos garantizan una agilización creciente de la rotación en el punto de venta, donde se presta un servicio eficaz.
Según el informe del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) ‘España: sector de herramientas de mano’, este ámbito industrial lo componían algo más de 30 empresas (50% medianas, 35% pequeñas y 15% grandes organizaciones de más de 100 trabajadores y con capital extranjero). Las medianas, especializadas en un producto de gran calidad y con una buena imagen en el mercado nacional, se agrupan con mucho esfuerzo para la exportación. La producción se localiza en pocas áreas geográficas entre las que destaca claramente el País Vasco, que concentra casi el 80% de las empresas, y lo siguen Cataluña (11%), La Rioja (7%) y Madrid (2%).

La digitalización destaca como el principal reto del sector y ha impactado especialmente en la transformación de los procesos de venta. El canal online crece cada año y va ganando fuerza frente al tradicional, sin llegar a desbordarlo, por lo que los distribuidores y fabricantes apuestan por la omnicanalidad. Además, la eficiencia y control de los procesos productivos del sector y las prestaciones de los productos también se están viendo afectados por la digitalización.
Y, por último, los fabricantes de herramientas, como ocurre en otros sectores, demandan talento y necesitan con urgencia nuevos perfiles de trabajadores y capacitar a los actuales en nuevas habilidades.