Un año más, las mujeres rurales han reivindicado su visibilidad y su papel fundamental tanto en el ámbito laboral como en el social; un protagonismo que se configura como un pilar básico para la sociedad, especialmente en tiempos de crisis.

“Ante esta grave crisis sanitaria, el mundo rural se ha puesto en valor, y se ha visto la necesidad de tener un sector primario cercano, competente, generador de alimentos de calidad. Las mujeres son un elemento esencial en este mundo rural, tanto en su rol de trabajadoras o propietarias de las explotaciones como en el de cuidadoras, educadoras y pilar del núcleo familiar. Y creo que las mujeres, y especialmente las rurales que han seguido con sus trabajos en las explotaciones para abastecer a la sociedad de los alimentos básicos, han estado a la altura y se merecen un especial reconocimiento”.
Son palabras de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en la mesa redonda online que, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, organizó el 15 de octubre la Fundación Hazi. Un evento que sirvió para visibilizar “a esas mujeres que han demostrado ser un pilar básico para la sociedad, especialmente en tiempos de crisis”. En la mesa redonda, el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, recordó que “Euskadi cuenta con un Estatuto de las Mujeres Agricultoras, cuyo objetivo es conseguir que se reconozca el trabajo hasta ahora oculto de todas las mujeres que forman parte del sector agrario”. “Estamos trabajando para aumentar la representación de las mujeres en los diferentes órganos, para que sean protagonistas y no solo sujetos pasivos”, añadió Oroz.
Y es que, según datos de la Fundación Hazi, en Euskadi están registradas 12.699 explotaciones, asociadas a 21.796 personas titulares, y de esas personas, el 34% son mujeres. Aunque más de 9.000 mujeres trabajen en explotaciones familiares, el trabajo de tres de cada diez en el ámbito rural no se refleja en la titularidad de las mismas. Por eso, desde el Ejecutivo se reconoce que fomentar la afiliación a la Seguridad Social de todas las mujeres que trabajen en el sector agrario es fundamental para que puedan acceder a los derechos derivados de su trabajo, evitando así la pérdida de autonomía económica.
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