La cubrición de La Avanzada en Leioa costará 62,5 millones

Está previsto que las obras puedan comenzar en 2023, pero la Diputación de Bizkaia advierte que será una actuación compleja, larga y costosa

Vista actual de la zona (arriba), e infografía de cómo quedará.

La Diputación Foral de Bizkaia ha presentado el proyecto inicial para cubrir la carretera BI-637 a su paso por Leioa, eliminando la trinchera que divide actualmente el municipio y los problemas de contaminación acústica del vecindario cuyas viviendas están más próximas a la infraestructura.
Se estima una inversión de 62,5 millones de euros para recuperar 4.132 m2 de superficie útil para uso peatonal en la zona más urbanizada del municipio. El proyecto provisional, además de duplicar el espacio para las personas, contempla mejoras en iluminación, ventilación y seguridad para modernizar la infraestructura. Además de las cubiertas transitables que salvarán la actual trinchera a cielo abierto, está previsto colocar dos cubiertas no transitables tanto en la boca sentido Getxo como en la boca sentido Bilbao. Estas se dotarán de paneles de vidrio fotovoltaico para un óptimo aprovechamiento energético, que revertirá en el propio túnel disminuyendo así el consumo eléctrico previsto. Está previsto que las obras puedan comenzar en 2023.

Según el proyecto inicial, se recuperarán 4.132 m2

de superficie útil para uso peatonal en
la zona más urbanizada del municipio

Según el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, “estamos ante un proyecto viable. Y también me gustaría remarcar que para su elaboración se han estudiado todas las alternativas posibles. No hay que perder de vista que estamos ante una obra de una gran complejidad. La magnitud del propio proyecto es muy importante, con más de 700.000 kg de acero laminado en estructuras a ejecutar sobre viales en servicio y un total de 12 galerías de evacuación subterráneas que atraviesan las vías laterales y comunican el propio túnel con el exterior, además de las múltiples instalaciones necesarias para la correcta explotación del túnel”.
“Ello obliga a una obra dividida en múltiples fases y subfases –añadió Pradales–, generando islas de trabajo en un entorno muy constreñido por la propia urbanización existente y con una de las mayores densidades de tráfico de todo el territorio”, ha detallado.
Tras subrayar la dificultad de realizar las obras sin cortar el tráfico, Imanol Pradales quiso remarcar que la solución propuesta “no sólo es viable desde el punto de vista técnico, sino que es una solución integral”.

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