Un grupo de seis emprendedores vascos ha lanzado al mercado un vino de color azul índigo, llamado Gïk, tras dos años de investigación y colaboración con el departamento de I+D de la Universidad del País Vasco y con el centro tecnológico Azti-Tecnalia. Una propuesta innovadora que ofrece un sabor dulce, más fácil de beber, con el objetivo de llegar a un consumidor más joven, pero que tiene 11,5 grados, como cualquier vino tradicional.
Gïk se compone de uvas de varias regiones vinícolas españolas y el color y sabor están alterados tecnológicamente, pero está hecho con uvas, sabe a vino y huele a vino. El proceso es similar al de cualquier otro caldo, pero se elige un tipo de uva que tenga una predisposición para aguantar y cambiar de color y se hace a través de la pigmentación natural de la uva y con el PH. El cambio definitivo de color y sabor llega en el momento de la fermentación, con un proceso de coloración con colorantes naturales sintetizados. Este vino se produce y embotella en bodegas de varias zonas de España (Galicia, Cáceres y La Rioja) y el producto se comercializa vía internet.
Gïk se compone de uvas de varias regiones vinícolas españolas y el color y sabor están alterados tecnológicamente, pero está hecho con uvas, sabe a vino y huele a vino. El proceso es similar al de cualquier otro caldo, pero se elige un tipo de uva que tenga una predisposición para aguantar y cambiar de color y se hace a través de la pigmentación natural de la uva y con el PH. El cambio definitivo de color y sabor llega en el momento de la fermentación, con un proceso de coloración con colorantes naturales sintetizados. Este vino se produce y embotella en bodegas de varias zonas de España (Galicia, Cáceres y La Rioja) y el producto se comercializa vía internet.