GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2024 "El gran salto: innovación y liderazgo en la empresa vasca"

Tamara Yagüe, presidenta de Confebask

Tamara Yagüe, presidenta de Confebask.

Las empresas vascas están llamadas a dar un ‘gran salto’. Y nosotras, como dirigentes empresariales, estamos implicadas en liderar ese salto para impulsarlas más allá de sus límites actuales, hacia un futuro donde la innovación sea el motor de su crecimiento y transformación. El salto es una metáfora poderosa. Evoca la idea de superar obstáculos, de alcanzar nuevas alturas, de dejar atrás lo conocido para adentrarse en lo desconocido. En el mundo empresarial, el salto representa la capacidad de una organización para reinventarse, para adaptarse a un entorno cada vez más dinámico y competitivo.

Para lanzarse es necesario contar con ciertos ingredientes clave. Primero, una visión clara de lo que queremos. Segundo, una ‘cultura de innovación’, que sea parte del ADN de la empresa. Eso nos apela a las empresas directamente porque debemos saber crear un ambiente de confianza, donde se valore la diversidad de ideas y se recompense la creatividad.

La innovación no es un proceso individual, sino colectivo. Debemos fomentar la colaboración entre diferentes áreas de la empresa, así como con socios externos, como universidades, centros de investigación y startups. Es algo que entronca con la nueva cultura empresarial que desde Confebask y sus asociaciones miembro – Adegi, Cebek y Sea – venimos impulsando desde hace años.

Otro ingrediente clave: ser conscientes de la importancia del talento como motor de la innovación. Debemos invertir en talento, su formación y el desarrollo de equipos, fomentando la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos. Siempre se dice que la inversión de hoy es el PIB de mañana. En Euskadi, las empresas vascas estamos demostrando que, a pesar de las incertidumbres y dificultades que nos rodean, seguimos comprometidos con el país, invirtiendo para el mantenimiento de nuestros proyectos y contribuyendo así, al progreso colectivo.

Y es que los beneficios de este ‘gran salto’ de la innovación son claros: mayor competitividad, crecimiento sostenible, mayor resistencia y mayor atractivo para generar y fidelizar talento, algo que ya sabemos es, en los tiempos que corren, una materia esencial para no quedarnos atrás como país.

Lo cierto es que en los últimos años estamos mejorando posiciones. De hecho, en lo referido a inversiones en innovación – tanto públicas como privadas – Euskadi supera la media de la Unión, tal y como ha dado a conocer recientemente Eustat. De tal forma que, Euskadi se sitúa ya al nivel del grupo de países ‘innovadores fuertes’ en Europa en 2024, prácticamente a la altura de Alemania y notablemente por encima de Francia.

Y en materia concreta de ‘recursos humanos’, que mide la disponibilidad de una fuerza laboral altamente cualificada e instruida como elemento clave para la innovación, la puntuación obtenida ha sido 0,78, solo superada por Suecia y Luxemburgo, mientras que la media europea es de 0,49.

Debemos seguir por ese camino de mejora constante. Un ‘salto adelante’ firme y rotundo que abra las puertas a una oportunidad para que las empresas vascas se posicionen a la vanguardia de la innovación. Con una visión clara, una cultura que la impulse, el talento adecuado y la colaboración como pilares fundamentales, las empresas vascas pueden alcanzar nuevas alturas y construir un futuro más próspero.

 

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