La construcción, junto con la alimentación y el transporte privado, conforma la trilogía de ámbitos de consumo ciudadano que suponen el 70% del impacto global. Cada vez hay más viviendas que aumentan la intensidad de ese impacto por unidad construida, porque los edificios conllevan un gran consumo de recursos y materias primas.

Hoy en día, el sector dispone de un enorme potencial de mejora ambiental. Un cambio en el modo de diseñar, construir, usar, mantener, renovar y demoler los edificios y su entorno permitirá establecer una situación de mejora en las ‘prestaciones’ no sólo ambientales, sino también económicas y sociales de los pueblos y ciudades y en la calidad de vida de los ciudadanos. Se trata de lograr edificios más atractivos, durables, funcionales, accesibles, confortables y saludables para vivir en ellos y utilizarlos; más eficientes en relación al uso de recursos; más respetuosos con el entorno y competitivos económicamente.
Por otro lado, también es fundamental ocuparse de las viviendas ya construidas, que presentan deficiencias en el ámbito de la eficiencia. Sin embargo, según un informe del Grupo de Trabajo por la Rehabilitación, formado por destacados expertos del sector de la edificación y coordinado por Green Building Council España y Fundación Conama, alerta del grave desfase entre los compromisos de rehabilitación asumidos por España para luchar contra el cambio climático y la realidad de la actividad rehabilitadora: cada año se deberían rehabilitar energéticamente 250.000 viviendas y apenas se llega a las 25.000.
Programa Renove
En Euskadi, y entre otras herramientas, el Gobierno tiene en marcha el Programa Renove de Rehabilitación Eficiente de Viviendas y Edificios 2018-2021, dotado con 6,17 millones de euros, dirigido a mejorar la eficiencia energética, la accesibilidad y la seguridad de las edificaciones residenciales construidas antes de 1980. Por otro lado, el Departamento de Vivienda puso en marcha el verano pasado un plan para mejorar la eficiencia energética de su parque residencial público de vivienda en alquiler, y conseguir un consumo energético casi nulo de los edificios existentes a medio plazo.
Asimismo, el Gobierno vasco acaba de aprobar la Ley de Sostenibilidad Energética que tiene diferentes apartados relativos a los edificios: sistemas de contadores individuales, auditorías energéticas, certificado de eficiencia energética e instalación de puntos de recarga de vehículos.