El presidente de Kutxabank, Antón Arriola, ha afirmado que la entidad “debe tomar medidas para crecer” y para ello apuesta por un “crecimiento orgánico”, mejorar la rentabilidad de los fondos propios y diversificarse para poder avanzar en sus diferentes líneas de negocio.

Un encuentro organizado por Deusto Business Alumni (DBA), en colaboración con PwC, fue el marco en el que el presidente de Kutxabank, Antón Arriola, avanzó que la entidad financiera deberá “tomar medidas para crecer” y para ello apostó por el crecimiento orgánico porque, según afirmó, no vislumbra operaciones “en un corto o medio plazo”.
Arriola expuso que el banco es una “entidad solvente y muy fuerte” y con una presencia potente en ciertos mercados. En esta línea destacó que posee la solvencia más alta del sector financiero, con un ratio de capital del 17,6% frente al 13,5% de la media del sector, y es la cuarta gestora del Estado en fondos de inversión, siendo el banco con la morosidad más baja.

Arriola advierte de que el banco ha crecido menos que la media del sector en los últimos años

Retos estratégicos
A pesar de la fortaleza del grupo, el presidente de Kutxabank advirtió que el banco ha “crecido menos que la media del sector” y por ello abogó por afrontar una serie de “retos estratégicos”. Entre éstos destacó la necesidad de dar pasos para “mejorar la rentabilidad sobre los fondos propios”, ya que, según explicó, la entidad cerró 2022 con una rentabilidad del 6,1%, cuando el en torno requerido en el sector es del 33%.
Arriola citó también como objetivo diversificar su actividad para avanzar en líneas de negocio como la banca de empresas, la financiación al consumo, la transición energética, el impulso a la banca privada y la banca de inversión. “Estamos ojo avizor a cualquier oportunidad que se pueda presentar y lo relevante es que en términos de crecimiento orgánico vemos oportunidades”, argumentó.
Por otra parte, Kutxabank anunció que ha colocado su segunda emisión de deuda verde senior no preferente por un importe de 500 millones de euros. Con ello, la entidad financiera cumple con su objetivo de canalizar la liquidez hacia activos y proyectos que tienen un impacto medioambiental positivo.