Álava necesita 2.000 empresas para poder crear 20.000 empleos en cuatro años

SEA reclama un plan “audaz” que garantice la continuidad del músculo industrial alavés

Mesa presidencial de la Asamblea de SEA, con Garamendi, Urkullu, Gómez y Ugarte.

Álava atraviesa por un buen momento económico, con cifras récord de recaudación. A pesar de este escenario, SEA Empresas Alavesas considera que el territorio necesita 2.000 empresas más para poder crear 20.000 em- pleos en cuatro años y consolidar la trayectoria actual.

Entre el balance positivo de la economía del territorio y los desafíos a los que se enfrenta para mantener esta trayectoria en una legislatura “decisiva” discurrió la Asamblea General de SEA Empresas Alavesas, que reunió en el Edificio Vital a numerosos representantes económicos, sociales e institucionales de Álava. En su intervención, el presidente de SEA, Pascal Gómez, avanzó que este periodo será “el más importante de los últimos 50 años”, y dijo que hay que pasar “de los proyectos a los hechos”.
Así, tras repasar un listado de iniciativas determinantes para Álava –como, por ejemplo, la ampliación del tranvía, la creación de un nuevo auditorio, la consolidación de Foronda como aeropuerto H24, la llegada de la alta velocidad...–, el presidente de los empresarios alaveses reclamó un plan de desarrollo “audaz” que incluya la reforma integral de los polígonos industriales y más suelo para la implantación de nuevas empresas, un paquete que garantice la continuidad del músculo industrial alavés y la apuesta por otros sectores como los servicios o el comercio.
Pero, por otro lado, Pascal Gómez recordó que en el territorio todavía hay 1.000 empresas menos que antes de la crisis, y advirtió de que Álava necesita con urgencia crear más sociedades para favorecer la creación de empleo; concretamente, 2.000 nuevas empresas que favorezcan la creación de 20.000 puestos de trabajo en los próximos cuatro años.

SEA Empresas Alavesas considera que esta es una legislatura “decisiva” y que este período será

“el más importante de los últimos 50 años”

Asimismo, puso especial énfasis en aspectos esenciales para afrontar con garantías el futuro, como la formación, la retención y la atracción del talento, y el nuevo modelo de relaciones laborales, estrechamente relacionado con la industria. Además, Pascal Gómez elogió, una vez más, al empresariado local, responsable de dar empleo al 90% de la población alavesa y garante del camino a seguir. En este sentido, el presidente de la patronal alavesa recordó la posición de los empresarios, siempre favorables al acuerdo, que ha permitido que toda la población trabajadora de Álava esté bajo el paraguas de un convenio firmado o en vías de negociación.
En la Asamblea de SEA también participó el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) Antonio Garamendi, quien coincidió en subrayar que el diálogo social es la “mejor infraestructura” para facilitar el crecimiento económico y social pero reconoció que es imprescindible trabajar “muchísimo” para hacer efectiva esa colaboración entre la administración, los empresarios y las centrales sindicales. Además, Antonio Garamendi felicitó públicamente al lehendakari, Iñigo Urkullu, quien clausuró el acto, por el ejemplo que supone de “estabilidad” y “moderación” en un entorno político de incertidumbres en el conjunto del Estado.

Inversión y reforma fiscal

En su intervención en la clausura de la Asamblea de SEA, el lehendakari, Iñigo Urkullu, subrayó la importancia de seguir invirtiendo en innovación científica y tecnológica; avanzar en la cuarta revolución industrial, y apoyar la transformación digital de la empresa. El lehendakari también manifestó su compromiso de mantener la estabilidad para generar un crecimiento económico que revierta en desarrollo humano y garantía de los servicios esenciales a la ciudadanía. Además, Iñigo Urkullu trasladó a los empresarios su compromiso para abordar una reforma fiscal a partir de 2020. Esta actualización se llevaría a cabo a través del “acuerdo” y se guiaría, como se hizo hace tres años, por el objetivo de dinamizar la economía y garantizar unos recursos suficientes para mantener unos servicios públicos de calidad. Finalmente, el lehendakari apostó por un país “construido con líneas verdes, con diálogo sin excepciones, realismo y responsabilidad”.

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