Recuerdo el enfado de un líder sindical, hace muchos años, a propósito de cierto debate sobre la utilidad (o no) de los actos celebrados en torno al 1º de Mayo. El 1º de Mayo “ni es mito, ni es rito”, solía decir. Y razón no le faltaba. Porque en este mundo acelerado, donde no hay tiempo (quizá tampoco ganas) para los análisis, hay fechas que son necesarias para pararnos, reflexionar y ajustar el foco.

Creo que hay un amplio consenso sobre la idea de lo que denominamos ‘mercado laboral’, que supera con creces una dimensión puramente mercantil, dada la centralidad del empleo en nuestro modelo social, por una parte, y en nuestras vidas particulares, por otra. Creo también que ese consenso se extiende a la necesidad de contar con una herramienta que permita una adaptación permanente pactada a las realidades del citado ‘mercado’. Porque el mercado laboral, analizado como institución social, necesita de unos equilibrios que no siempre se producen de manera espontánea.

Dice Sun Tzu en su archiconocido ‘El arte de la guerra’ que la vida se parece más a una lucha que a una danza. Añade que la mejor estrategia es la que consigue, por la diplomacia, abortar el conflicto. Extrapolándolo a las relaciones laborales colectivas, el acuerdo se presentaría como la mejor medicina para evitar (o solucionar) los conflictos. Y es aquí donde aparece la negociación colectiva, que además de poder contribuir a la mejora de la posición competitiva de las empresas, tiene una importante incidencia en la distribución primaria de la renta, que cuanto más desigualmente se reparta mayor  desigualdad generará y mayor será, en consecuencia, la necesidad de corregirla a posteriori.
El Consejo Vasco de Relaciones Laborales nació como una estructura bipartita integrada por los agentes sociales vascos más representativos, como herramienta orientada a potenciar un modelo de relaciones laborales basado en la autonomía colectiva, que se fuera desarrollando a través de grandes acuerdos interprofesionales. Con el tiempo, el CRL se ha consolidado como servicio de apoyo a las relaciones laborales y se ha acercado más a los problemas y necesidades reales de los agentes sociales y a su actividad central, la negociación colectiva.

Es en este ámbito donde podemos afirmar que las señales que veíamos en los últimos años se han materializado en un proceso de recuperación de acuerdos. Sin caer en la autocomplacencia, pues es esta una materia especialmente sensible a múltiples factores, si en 2022 la negociación colectiva ya dio muestras de recuperación, dicha recuperación se ha intensificado en 2023. Esto ha permitido que al finalizar el año el 63,8% de la población trabajadora se encontrara con sus convenios actualizados, el 30,6% en situación de prórroga y únicamente el 5,6% con sus convenios decaídos y sin cobertura de ámbito superior, lo que supone los mejores datos desde la aprobación de la reforma laboral de 2012, tanto en lo que se refiere al porcentaje de población trabajadora con sus convenios vigentes, como en lo referido al porcentaje de personas con sus convenios decaídos. Esto último es especialmente destacable, no solo por lo que significa que descienda el porcentaje de personas trabajadoras sin cobertura de convenio, sino porque este descenso, iniciado en 2020, viene propiciado fundamentalmente por la recuperación de ámbitos propios de negociación, con lo que se plasma en la práctica el acuerdo interprofesional en relación con la estructura de la negociación colectiva en el ámbito de la CAPV firmado por todos los agentes sociales más representativos en enero de 2017 para dar preferencia aplicativa a nuestros convenios sectoriales.

El Consejo Vasco de Relaciones Laborales nació para ser un órgano de encuentro y de diálogo permanente entre los agentes sociales vascos más representativos. Este diálogo bipartito es el cauce que posibilita el gobierno de las relaciones laborales en Euskadi desde la autonomía colectiva. Seguiremos apoyando las relaciones laborales colectivas y añadiendo generación de conocimiento a través del análisis permanente de la realidad sociolaboral, cada vez más compleja.