A comienzos de siglo XXI se presentaba en Madrid el Pacto Mundial de Naciones Unidas (Global Compact), con la presencia del entonces secretario general Kofi Annan. En aquel evento participaron grandes empresas, incluidas las que están hoy en el Ibex 35, todas dispuestas a apoyar e implicarse en una responsabilidad social corporativa (RSC) que entonces daba sus primeros pasos. Veinte años después, el balance de buenas prácticas presenta luces y sombras. Entre estas últimas, la actividad en el terreno de la defensa de los derechos humanos y la protección del medio ambiente. La responsabilidad social corporativa de las empresas ha mejorado en
Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos figura como octavo ODS de la Agenda 2030. El mismo incluye la promoción de empleo protegido y la inclusión social. En este último capítulo, Euskadi es referente gracias al trabajo de asociaciones como Ehlabe y a grupos pioneros como Lantegi Batuak y Gureak. Lantegi Batuak trabaja desde hace 40 años en Bizkaia por lograr una sociedad más sostenible e inclusiva y ha creado a lo largo de su trayectoria empleo estable para más de 5.000 personas con discapacidad. La organización de economía social genera anualmente un