Zabalgarbi ha dado solución a 2,5 millones de toneladas de residuos no reciclables en sus primeros diez años de vida, desde su puesta en marcha en el año 2005, como instalación de valorización energética. Esta planta cumple la triple función de evitar depositar estos residuos en los vertederos, generar electricidad y producir un calor residual aprovechable para dar energía. Zabalgarbi también tiene la capacidad de generar el 30% de la energía que se consume en los hogares de toda Bizkaia y durante estos diez años de vida ha exportado a la red 5,8 millones de MW/h. El director de Zabalgarbi, Mikel Huizi, destacó que en esta década la instalación se ha convertido en un “exponente tecnológico de vanguardia a nivel mundial” y solo este año la han visitado empresas y delegaciones de diez países entre los que destacó Estados Unidos, Holanda y Tailandia. Mikel Huizi puso de relieve en su intervención que el tratamiento de los residuos durante la última década, con la primera línea, ha conseguido reducir en un 175% las emisiones de gases de efecto invernadero que hubieran originado si se hubieran depositado en los vertederos. Es destacable que la moderna tecnología utilizada ha merecido ayuda económica y el máximo reconocimiento de la Unión Europea a través del programa Thermie (BAT/mejor tecnología disponible). La planta también cuenta con la certificación R1, expedida por el órgano ambiental competente (Gobierno vasco) como una instalación energéticamente eficiente.