Los centros de fabricación avanzada se pusieron en marcha con la finalidad de constituir un lugar de desarrollo de tecnología aplicable en corto espacio de tiempo a los procesos claves de diferentes sectores industriales, dentro del marco de la RIS3.
Así, el Gobierno vasco impulsó el Centro de Fabricación Avanzada eólico (Windbox) con una inversión de 13 millones de euros, para mejorar el posicionamiento tecnológico y competitivo internacional de los proveedores de subsistemas y productos para el sector eólico. Windbox cuenta con un avanzado banco de pruebas en Eibar (Gipuzkoa), que permite realizar ensayos para validar productos de diseño optimizado y de alta fiabilidad y está especialmente orientado a proveedores de modelos de aerogeneradores ‘offshore’ de hasta 8 MW.
Por su parte, el Centro de Fabricación Avanzada Aeronáutica (CFAA) se ha convertido en la punta de lanza del desarrollo tecnológico del sector aeroespacial. Los trabajos que se realizan en el centro se orientan a trabajar y desarrollar los ‘Manufacturing Readiness Levels' 6-7, donde se requieren pruebas de validación en entornos representativos de componentes aeronáuticos.
Pero el primer centro de fabricación avanzado del País Vasco gracias a la colaboración público-privada fue el Automotive Intelligence Center (AIC), que se puso en marcha en 2008 por iniciativa de la Diputación de Bizkaia y el clúster de automoción Acicae. En la actualidad, cuenta con un ecosistema de 30 empresas residentes, de nueve nacionalidades y unos 950 profesionales, a lo que hay que sumar su ‘network’ internacional.