“Un viaje por el sector de la fabricación aditiva, aprendizajes y una mirada al futuro”
Naiara Zubizarreta, directora de Addimat
- Naiara Zubizarreta
- 05-Febrero-2025
Naiara Zubizarreta, directora de Addimat
Los fundamentos de la fabricación aditiva se desarrollaron a finales de los años 80 con la invención de la estereolitografía en EE.UU. En la década de los 90 se establecieron las primeras empresas que comenzaron a desarrollar impresoras 3D. Eran máquinas lentas, pero capaces de fabricar geometrías de piezas hasta ese momento impensables. Durante mucho tiempo se emplearon para la fabricación de prototipos. Más adelante, llegaron las primeras impresoras industriales, con capacidades mejoradas, con las que ingenieros visionarios comenzaron a fabricar objetos funcionales y, poco a poco, la impresión 3D empezó a despegar como tecnología industrial.
Aparecieron nuevos competidores y máquinas con procesos mejorados. Además, las patentes que mantenían cautivos algunos procesos clave se liberaron y proliferaron las impresoras de bajo coste. En este contexto, a mediados de la década de 2010, el uso de la impresión 3D se democratizó y comenzó su expansión en el sector industrial. En los últimos 10 años el volumen de negocio generado por el sector de la fabricación aditiva se multiplicó por cinco a nivel mundial, alcanzando los 20 billones de dólares en 2024 según Wohlers Report.
En España, el nacimiento de Addimat en 2014, una de las primeras organizaciones a nivel mundial en el sector, marcó un hito uniendo a más de 100 empresas con el propósito de acelerar la adopción de la fabricación aditiva en el país. Durante estos 10 años, se ha forjado una industria de la fabricación aditiva sólida en España, que ha logrado una posición destacada en el panorama global.
En el escenario actual, podemos decir que la tecnología ha madurado lo suficiente como para ofrecer soluciones productivas competitivas. Nadie pone en duda que la fabricación aditiva es un recurso industrial más. Su empleo tiene mucho sentido en algunas aplicaciones (cada vez en más), pero está lejos de ser una solución universal. Actualmente, menos del 1% de las piezas que se fabrican en el mundo se hacen mediante tecnologías aditivas, y según los expertos, podremos alcanzar el 5% en un escenario donde el crecimiento del sector se haya estabilizado.
Sin duda, es una tecnología con muchísimo potencial, que está en sus inicios en lo que se refiere a su uso industrial, por lo que esperamos ver crecer el sector en los próximos cinco años a un ritmo acelerado de alrededor del 20% anual. Las expectativas de las empresas, tanto ofertantes como usuarias respecto a qué esperar de la impresión 3D, son hoy en día realistas. Hemos aprendido que a nadie le importa cómo se ha fabricado un componente. Al usuario le da igual si una pieza está fabricada por fresado, electroerosión o impresión 3D, lo que le importa es que cumpla los requisitos técnicos, de calidad y funcionalidad, y por supuesto, busca reducir costes e impacto ambiental. Las industrias buscan soluciones, y lo que vamos a ver en los próximos años es una especialización de las impresoras industriales para resolver retos concretos de los usuarios. Se buscará presentar la mejor opción para una aplicación concreta.
El sector ha madurado hasta competir en el mercado global con grandes multinacionales, y podemos presumir de que, en este escenario, muchas empresas españolas se han posicionado y crecen cada año con negocios de éxito relacionados con la fabricación aditiva. Sin embargo, el contexto geopolítico actual presenta desafíos, EE.UU. y China se disputan el liderazgo mundial mientras que Europa tiende a complicar el acceso al mercado a sus propias empresas.
Así, el sector se enfrenta a varios retos para consolidarse como tecnología clave en la actual revolución industrial:
- Innovación tecnológica y especialización: desarrollo continuo de la tecnología y de los procesos de producción para destacar en nichos concretos y para poder competir en precio con otras alternativas de fabricación.
- Atracción del talento: asegurar la captación y formación de profesionales cualificados para que el sector continue creciendo.
- Cooperación empresarial: fomentar alianzas estratégicas entre empresas para fortalecer el ecosistema de la fabricación aditiva en España.
- Definición de una estrategia europea: diseñar una estrategia que impulse las tecnologías de fabricación aditiva como uno de los pilares de la competitividad industrial europea.