"Transformar Lanbide para mejorar Euskadi"

Francisco Pedraza, director general de Lanbide - Servicio Vasco de Empleo

Francisco Pedraza, director general de Lanbide - Servicio Vasco de Empleo Foto: Lanbide - Servicio Vasco de Empleo

Atreverse a cambiar era el primer paso. Atreverse a acordar, una necesidad. Y así es como Lanbide se encamina al cambio más profundo, al imprescindible, para ser el buque insignia, la referencia imprescindible, el servicio público en el que confíen empresas y ciudadanía. No llegamos hace tres años sólo a gestionar con mayor eficacia, nos advirtió la vicelehendakari y consejera de Empleo, Idoia Mendia, sino a transformar. Y transformar Lanbide es hacer virar todo un trasatlántico hacia la eficiencia, sin hacer zozobrar el barco por el camino.
Porque en su primera década de vida Lanbide tuvo que afrontar dos profundas crisis, la financiera y la pandémica, a las que se han ofrecido respuestas diferentes y que han dado soluciones diferentes. Mejores, mucho mejores en el segundo caso, cuando las diferentes medidas de los gobiernos vasco y de España se han volcado en proteger a empresas y personas trabajadoras. Pero también mucho mejores cuando, a pesar de las incertidumbres, se ha apostado por programas innovadores que están permitiendo ya rescatar a quienes más alejados estaban del empleo, y acercarse más a las empresas y que, tras probarlos con éxito, se van a incorporar en nuestra cartera de servicios.
Pero no nos valía sortear con éxito este embate. La revolución pendiente debía encajarse en un modelo completo que no se puede entender sin otras transformaciones estructurales que se han realizado desde el Departamento, y todas las piezas debían ir encajando y acompasándose en el tiempo. Ese puzzle a componer está dibujado en el marco general de la Estrategia Vasca de Empleo 2030, trabajada con los agentes sociales y pactada con los grupos parlamentarios, con una mirada larga, sobre la que hemos ido construyendo un modelo nuevo para el que estamos ofreciendo todo lo que le corresponde a un servicio público.
Lanbide va a ser el eje sobre el que pivoten todas las estrategias de empleo del futuro, una vez que este otoño el Parlamento apruebe la Ley correspondiente. Y para poder conseguirlo, ha sido necesario ir adaptando la organización a ese nuevo papel. De la mano del Consejo de Administración. Con la implicación de quienes trabajan en el servicio, que están mostrando una implicación y una adaptación a los cambios que quiero volver a reconocer públicamente, porque sin ellas y ellos no podríamos avanzar.
Porque avanzamos. Nos comprometimos a asumir la gestión del Ingreso Mínimo Vital y ofrecerle a la ciudadanía una ventanilla única, y estamos cumpliendo. Nos comprometimos a trabajar un nuevo modelo del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos y para la Inclusión más moderno, ágil, garantista y riguroso, y tras aprobar la Ley el pasado noviembre, está en fase final su desarrollo reglamentario, que nos permitirá optimizar los recursos. Nos comprometimos a digitalizar procesos, y ya hemos conseguido la práctica interoperabilidad con todas las administraciones que permitan tramitaciones automáticas de expedientes, incorporamos los elementos de comunicación electrónica, contamos con una oficina virtual que no sustituye a ninguna presencial, y facilitamos certificados digitales a las personas usuarias. Todo ello para simplificar las cosas no sólo para quienes usan el servicio, sino para la propia labor de quienes trabajan en Lanbide, para que se puedan dedicar mejor a la atención directa a personas y empresas. Una nueva forma de actuar que vamos a probar desde este mes de septiembre en seis oficinas, de forma que veamos su eficacia, corrijamos errores y podamos extender el nuevo modelo de intervención a las 42 oficinas físicas desplegadas en nuestro territorio.
Llegar aquí no consistía en apretar un botón y cambiar. Ni nos podíamos permitir cerrar la persiana hasta que los cambios estuvieran listos. Ha sido un camino de gran exigencia de adaptación, dirigido en los tres primeros años por Gloria Múgica, y que ahora nos corresponde culminar para que Lanbide sea ese buque insignia que necesita el empleo que queremos, el de calidad. La transformación del servicio público para la transformación en marcha en Euskadi.

Más noticias de Opinión / Iritzia