GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2024 Tecnologías que facilitan la evolución hacia la industria 5.0

La robotización es ya una tecnología habitual en las fábricas vascas del sector de automoción.

Los sectores manufactureros incorporan novedosas tecnologías, como la IA o la computación cuántica, que se suman a las ya habituales, como la automatización o la robotización, como palancas para impulsar la competitividad y la sostenibilidad de sus procesos productivos. La industria avanza con paso firme hacia el nuevo modelo 5.0, que ya asoma como vector de transformación.

Con un elevado peso en el PIB -más del 24% en Euskadi frente a 12,5% de media estatal-, la industria vasca lleva inmersa en un contexto de cambio e innovación, adaptando las nuevas tecnologías -inteligencia artificial, computación cuántica, digitalización, automatización, robotización, etc.- en sus procesos para implantar la industria 5.0. La nueva fase busca integrar aún más a las personas con la tecnología, promoviendo un equilibrio entre eficiencia, bienestar social y protección medioambiental. Abordar la innovación a múltiples niveles para transformar procesos, activos y productos, para así adaptarse a los cambiantes escenarios -geopolíticos, falta de suministros, costes de la energía...- es el objetivo.
Con estos vectores de cambio ya establecidos, la industria busca evolucionar hacia el nuevo modelo, impulsando su competitividad a través de una manufactura inteligente, flexible y sostenible. Y hacerlo, además, con la inversión en I+D+i como bandera. Los últimos indicadores avalan que la innovación empresarial es creciente.
Para favorecer este camino, se cuenta con tres instrumentos cruciales: la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, el nuevo Plan de Desarrollo Industrial 2028 y el nuevo Fondo Vasco soberano, destinado a la generación de nuevos proyectos industriales y al arraigo de las empresas tractoras. Además, las oportunidades que brinda la digitalización y las nuevas tecnologías también figuran entre las prioridades, y por ello se redoblará la apuesta por la ciberseguridad al servicio de la industria o el desarrollo del primer Plan de Acción de Euskadi para la Inteligencia Artificial.

Los satélites con sello vasco de AVS y de Satlantis (en la imagen) ya están en el espacio.

En el mundo industrial, la máquina-herramienta, la automoción, el ferrocarril, la siderurgia, aeroespacial y naval son los sectores que están protagonizando los saltos innovadores que hacen de la industria punta de lanza de la manufactura inteligente.

Máquina-herramienta
La máquina-herramienta se ha abrazado a la fabricación avanzada como método para lograr un excelente posicionamiento, especialmente en nichos de altísima complejidad tecnológica. Sector fundamental de la industria de la CAV, se ha aliado a conceptos como las nuevas tecnologías digitales, la impresión 3D, la automatización o la robótica para insertarlos en sus procesos productivos. Asimismo, también han aparecido nuevos modelos de negocio basados en el dato, como el ‘blockchain’ o la ciberseguridad aplicada al ecosistema industrial. El sector invierte en I+D+i alrededor de un 6% de su facturación, por encima de la media vasca, siendo actualmente los proyectos más disruptivos los relacionados con la computación cuántica y la inteligencia artificial.
Por ejemplo, la planta alavesa de la empresa Peddinghaus, dedicada a las máquinas-herramienta de acero estructural, ha desarrollado la máquina Peddinsert, totalmente digitalizada. Se puede ver la producción, las incidencias y avisar a los servicios de mantenimiento. Está todo parametrizable en pantalla y supone una gran mejora de la productividad.

La industria busca evolucionar hacia el nuevo modelo, impulsando su competitividad a través de una manufactura inteligente, flexible y sostenible

No obstante, “el gran desafío al que se enfrenta el sector de fabricación avanzada tiene que ver con la dificultad de encontrar personas cualificadas”, apunta AFM, clúster que está integrado por más de 800 empresas. “A la bajísima natalidad se le suma la escasez de vocaciones industriales y la dura competencia entre los diferentes sectores de la economía para atraer a ese bien tan escaso como imprescindible que son las personas, en el caso de la fabricación avanzada con el añadido de la necesidad de cualificación y formación ad hoc”, incide.

Automoción
Inmersa en una “ola de desafíos”, tal y como especificaba  Inés Anitua, directora general de Acicae, el clúster vasco de la automoción desea seguir tirando del carro de la industria mediante sus credenciales: la internacionalización, el I+D+i, la diversificación o apuesta por las nuevas tecnologías y productos están el su ADN, siendo además, líneas fundamentales “para seguir creciendo con garantías de éxito”.
Ante la tormenta que se avecina -prohibición europea a la venta de coches de combustión en 2035, posibles incrementos arancelarios en EE.UU., complicada entrada del vehículo eléctrico en Europa...-, Antón Pradera, presidente de la multinacional vasca CIE Automotive, antepone “incentivar la demanda”  a una política “basada en multas”, además de señalar el futuro de la automoción: el coche autónomo y el vehículo propulsado por hidrógeno, un sector en el que las empresas vascas y estatales deben de tomar, “sí o sí”, una posición de liderazgo.
El sector de la automoción no deja de apostar por la innovación en tres cuestiones clave como el aligeramiento de los componentes, la mejora aerodinámica o la electrificación, unas condiciones que persiguen reducir el consumo energético y las emisiones. La industria automotriz lleva años aplicando los aceros de tercera generación a la hora de diseñar piezas de vehículos más ligeras, como el proyecto AHSS, en el que trabaja Arania, para suministrar fleje de acero laminado en frío, un producto mucho más preciso para la fabricación de los elementos del vehículo. O el proyecto Atlantis, que busca desarrollar nuevos materiales y procesos de fabricación incluyendo conceptos de sostenibilidad, tanto en las fases de diseño y fabricación, como en su procesado al fin de su vida útil. Con participación de varios centros tecnológicos, la iniciativa aborda nuevos retos técnicos que se centran en el desarrollo de materiales con propiedades electromagnéticas avanzadas y en el de materiales con propiedades térmico-estructurales mejoradas.

Ferrocarril
Mafex espera que para 2027 el sector ferroviario, “que en la actualidad cuenta con un volumen de mercado de aproximadamente 177.000 millones de euros anuales, aumente su tasa anual media en un 3%”. Con importante firmas en suelo vasco, lo cierto es que la innovación ha entrado de lleno en un sector que es el modo de transporte colectivo con menores emisiones por pasajero que tiene un papel determinante en la lucha contra el cambio climático. Una de sus características es su “clara apuesta por la investigación y la innovación (el 4% de la facturación es invertida en acciones de I+D) y el desarrollo tecnológico. Esta aportación ha repercutido de forma muy positiva en el impulso a unas redes de transporte vanguardistas, eficiente y sostenibles”, ahondan desde Mafex.
Inmerso en una intenso periodo de transformación “en sus operaciones, sistemas e infraestructuras, impulsado por la adopción de nuevos servicios y soluciones digitales”, aumentando además “el atractivo del sector, convirtiéndolo en un modo de trasporte más cómodo y posicionándolo en el transporte de mercancías como una opción eficiente y fiable”.

Adquieren especial relevancia los avances en nanotecnología, tecnologías de fabricación avanzada y TIC en los sectores industriales más representativos: metal, máquina-herramienta, transporte, medio ambiente y servicios avanzados

Así, estos últimos años se han venido desarrollando innovadores proyectos como FCH2RAIL, el primer tren de hidrógeno que circula en pruebas en la red ferroviaria de España y Portugal. El denominado Fuel Cell Hybrid PowerPack fue desarrollado y fabricado para un tren de cercanías ya existente. El innovador sistema de generación de energía de cero emisiones utiliza energía eléctrica procedente de pilas de combustible de hidrógeno y baterías LTO, un concepto de vehículo que puede, por tanto, circular en modo eléctrico en infraestructura electrificada como en el modo híbrido en tramos de la red sin catenaria. Se trata del primer tren demostrador con pilas de combustible de hidrógeno en la Península Ibérica. CAF, que ha participado en la iniciativa, también lo ha hecho en Dynamain, que nace para desarrollar soluciones que permitan un mantenimiento dinámico e inteligente impactando en la eficiencia y la competitividad de un transporte ferroviario que va incorporando cuestiones como la digitalización y la sostenibilidad.

Siderurgia
“Las empresas siderúrgicas “tienen que hacer frente a un tsunami legislativo verde para acelerar los cambios del modelo económico–energético. La descarbonización y la reducción de emisiones se han convertido en objetivos ineludibles para garantizar un futuro sostenible”, sostiene el director de Siderex, Asier San Millán, que introduce otra variable: la innovación. “El acero del futuro se encuentra ante varios desafíos en cuanto a su digitalización, que necesita adaptarse a esta nueva era para mantener su competitividad. La implementación de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, ofrece numerosas oportunidades para aumentar la eficiencia y la productividad en toda la cadena de valor. Evidentemente, el sector no es ajeno a todos los cambios que se están produciendo y las diferentes empresas de la cadena de valor del sector siderúrgico, llevan tiempo invirtiendo recursos para estar adaptados a este nuevo paradigma”, asevera.

El proyecto H-Acero, liderado por Sarralle, estudia el uso del hidrógeno en los hornos de arco eléctrico.

Los altos costes de la energía han impulsado nuevas formas de alimentación en la siderurgia vasca, caso del uso del hidrógeno como combustible. Además de la descarbonización, el creciente interés por convertirse en una industria más sostenible que en el pasado ha llevado al proyecto H-Acero, que ha unido fuerzas en Euskadi -aceristas, compañías tecnológicas y centros de investigación-, ha estudiado tecnologías que permiten la sustitución de gas natural por el hidrógeno en diversos puntos del proceso de producción del acero. Liderados por Sarralle, a través de la segunda edición de H-Acero se prevé estudiar el uso del hidrógeno en el horno de arco eléctrico, así como este material, además del oxígeno, en los precalentadores de cucharas y artesas, y también otras instalaciones siderúrgicas como el horno de recalentamiento o el oxicorte. También se analizará el desarrollo de nuevos materiales refractarios y de aceros para profundizar en conocimiento.

Aeroespacial
Hegan, el clúster vasco de aeronáutica y espacio y que aglutina a importantes empresas del sector como ITP Aero, Aernnova o Sener, entre otros, se apresta a elaborar un Plan Estratégico para el siguiente periodo 2025-2028 en el que, una vez superada la pandemia y el consiguiente colapso del transporte aéreo de pasajeros, busca reanudar la tendencia rota en 2020. Lo hará gracias a su capacidad de adaptación, así como su esfuerzo en inversión en I+D+i, que en 2023 fue de 195 millones de euros.
La innovación, vinculada al conocimiento y desarrollo tecnológico, se ha convertido en el motor que permitirá mantener la competitividad, ya que los programas y actividades de I+D+i desarrollan no solo nuevas tecnologías y productos, sino que mejoran los procesos industriales, haciéndolos cada vez más competitivos y limpios. Como ejemplo de esta tendencia, el pasado año se llevaron a cabo 251 proyectos con sello innovador; de este modo, el sector sigue siendo uno de los más intensivos en I+D+i, con una inversión acumulada en los últimos 10 años de 1.334 millones de euros y una media del 6,8% anual.
Ejemplo de ello es, también, la apuesta de ITP Aero por la descarbonización del transporte aéreo con una inversión de 600 millones en I+D+i en la última década y proyectos para sentar las bases de la propulsión híbrido-eléctrica y a base de hidrógeno.
Destacada es también la cada vez mayor presencia en el ámbito espacial. Con Sener como firma tractora, AVS y Satlantis han puesto en órbita sus satélites con innovadoras soluciones de observación de la tierra. Sistemas que se ofrecen cada vez a más clientes del ámbito internacional.

Industria naval
Por último, los astilleros vascos han encontrado su nicho de mercado mediante la especialización en la construcción de buques de alta complejidad e innovadores. Lo cierto es que el sector, que emplea a 13.700 personas y exporta el 75% de sus productos, ha logrado mantener los 3.300 millones de euros de facturación. Y lo ha hecho, pese a la fuerte competencia asiática, construyendo buques tecnológicamente avanzados y especializados en la pesca y el transporte de pescado.
La utilización del LNG (Gas Natural Licuado), la propulsión eléctrica con tecnología híbrida, el diésel eléctrico o las baterías se van abriendo paso en una actividad que ha incorporado la descarbonización. Asimismo, la especialización en nichos de mercado de alto valor añadido, la inversión en I+D+i y el ‘know how’ del tejido industrial vasco está permitiendo aprovechar las oportunidades de negocio derivadas de la digitalización del transporte, operaciones e infraestructuras marinas. Además, el desarrollo de la energía eólica marina mantiene un impacto muy positivo en el tejido del sector marítimo vasco. “La industria marítima vasca, al igual que la europea, se mantiene en sus nichos de mercado de alto contenido tecnológico y valor añadido, como son los buques pesqueros, de apoyo a la eólica marina, investigación, dragas o cargueros pequeños. Todos ellos tienen un componente de innovación que les da ventaja competitiva frente a los astilleros asiáticos”, insisten desde el Foro Marítimo Vasco que, como Adimde, lanzaron un aviso para instar a las instituciones europeas a cambiar el rumbo de su estrategia y aprovechar las oportunidades gracias a la eólica, la investigación oceanográfica o la defensa.

BAM se une a los centros tecnológicos vascos de la automoción

El BAM (Basque Automotive Manufacturing Center), el centro para el Desarrollo de Tecnologías de Fabricación Avanzada en Automoción ubicado en el polígono de Jundiz, en Vitoria-Gasteiz, abrirá sus puertas a finales de 2025. Las instalaciones, que nacen con el apoyo de grandes firmas como Gestamp, Mercedes-Benz o Mondragon, pilotarán el diseño y desarrollo de nuevas tecnologías de proceso y sistemas inteligentes para la fabricación del vehículo eléctrico y conectado del futuro.
El de la capital alavesa se unirá así a la red territorial vasca de centros tecnológicos en automoción de Euskadi -junto al Automotive Intelligence Center, en Bizkaia, y a Mubil, en Gipuzkoa-. En sus 11.000 metros cuadrados de superficie, el BAM generará un ecosistema para el intercambio de conocimiento y proyectos. Y aunará en el mismo espacio a los agentes como empresas, centros formativos y de investigación del sector de la automoción. Igualmente, aspira a liderar los procesos para el análisis y desarrollo de tecnologías digitales (IA, ‘digital twins’, visión artificial, etc.) y su integración con las tecnologías de fabricación en el marco del vehículo del futuro. Otro de sus radios de acción estará en el ámbito del testeo y validación del conocimiento desarrollado a escala de laboratorio, así como la obtención de los datos necesarios para la realimentación del proceso de investigación y la optimización de los resultados obtenidos.

 

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