Obligatorios o convenientes para proteger la actividad

Los seguros sirven para minimizar los riesgos de la Pyme y su actividad en el mercado. Y aunque no hay ninguno obligatorio, más allá de determinados seguros de responsabilidad civil que la legislación exige para algunas actividades dependiendo de sus circunstancias o del sector al que pertenecen, es conveniente que la pequeña y mediana empresa cubra sus riesgos haciéndose un traje a medida, analizando su actividad y los bienes o personas a proteger.
Entre los seguros obligatorios se encuentra el de accidentes, que cubre a las personas en caso de siniestro laboral; el de responsabilidad civil, ligado a determinadas actividades, como los profesionales liberales; el decenal, vinculado al sector de la construcción y que protege durante 10 años a los compradores de un inmueble nuevo ante defectos de obra; y el de vehículos, en el caso de que existieran y se utilizaran para el desarrollo de la actividad.
No son obligatorios pero si convenientes el seguro multirriesgo, el de responsabilidad civil patronal, de productos o de explotación, el medioambiental o el de crédito y caución para asegurarse el cobro en caso de insolvencia de un cliente. En el escenario han irrumpido en los últimos años las pólizas D&O que protegen a la empresa de una posible mala praxis de sus administradores y directivos, seguros contra ciberataques, contra el riesgo político o la protección de ventas, entre otros muchos. Lo importante es que el seguro garantice la continuidad del negocio.

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