Confebask ha presentado su nuevo modelo de relaciones laborales, un sistema que busca la sostenibilidad de las empresas, sin menoscabar derechos de los trabajadores o la negociación colectiva, en un entorno que exige innovación y respuestas rápidas. Un proceso que hubiera debido iniciarse mucho antes, pero que la crisis y la globalización han contribuido a concretar. Que empresarios y trabajadores entiendan las empresas como realidades comunes, en las que todos reman en la misma dirección, no es malo sino todo lo contrario. Conocer la realidad de las compañías, su evolución, sus proyectos, ayuda a responder de forma coordinada cuando se atraviesan dificultades; actuar con flexibilidad cuado se necesita; y a solventar mejor los problemas cuando estos se presentan. En definitiva, la recuperación de los valores de siempre: ética, corresponsabilidad, confianza, sostenibilidad, comunicación, colaboración, compromiso... Valores que serán los que ayuden a superar los recelos iniciales. Algo de esto se puso de manifiesto también en el encuentro empresarial de Elkargi, en el que responsables socioempresariales constataron cómo la nueva realidad social y económica requiere de liderazgos y equipos preparados, éticos, corresponsables, para intentar desentrañar por dónde irá el futuro. Muchas incertidumbres a las que solo se pueden hacer frente con esos valores de siempre, y de ahora.