GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2022 "‘Next innovation’, para converger con los mejores"
Roberto Urkitza, consejero delegado-Director de Estrategia Empresarial
- (Guía de la Innovación 2022)
- 21-Diciembre-2022
Roberto Urkitza, consejero delegado-director de Estrategia Empresarial
Nos acercamos un año más en esta Guía a la innovación empresarial, para repasar las novedades y realizaciones acontecidas durante el ejercicio. Y si tomamos un poco de perspectiva podemos asegurar que el salto está siendo enorme, tal como recordó Pedro Miguel Etxenike, en el último Global Innovation Day: en Euskadi hemos pasado de invertir en I+D en 1980 el 0,064% del PIB a alcanzar el 2,11% este año.
Pero esta es una carrera de fondo que, además, no tiene fin. Por ello, debemos insistir e ir más allá de lo que hasta ahora se viene haciendo. Necesitamos organizaciones y compañías que, junto a las mejoras que realizan día a día, vayan por delante, marquen el camino y sirvan de acicate a la mayoría. Necesitamos más ‘campeones ocultos’, empresas líderes en sus sectores, con tecnologías propias que las sitúan a la cabeza a nivel internacional. Necesitamos disrupción.
El covid y la posterior crisis que conllevó nos sirvió de ejemplo para comprobar la importancia de la innovación. Si en la crisis financiera de 2008 se optó por recortes, con el consiguiente parón también en inversiones en I+D, aumentando nuestro ‘gap’ con Europa, la pandemia supuso un acicate para la innovación. Se ha producido una auténtica eclosión innovadora que se está reflejando en las cifras de inversión sobre el PIB y estamos asistiendo a una época disruptiva en este campo por el salto que se está dando. Y lo es también por el tipo de proyectos que se están desarrollando. Por todo ello, nos ha parecido oportuno acercarnos en esta Guía a la innovación, desde su vertiente disruptiva. No en vano, una de las cuestiones que abordó la última reunión del Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación fue la creación de startups bajo modelos de innovación disruptiva.
Desde la pandemia hemos oído muy a menudo la importancia que van a tener los fondos europeos para la recuperación. Los Fondos Next Generation EU. Unas ayudas formidables, en forma de subvenciones y créditos, que van a impulsar la transformación económica. Unos fondos que también van a poder acelerar la innovación. Y no he podido sustraerme a comparar los Fondos Next Generation UE, con una actitud ‘next innovation’, porque si queremos volver a dar un nuevo salto en innovación, debemos ‘innovar la innovación’. Hacer innovación disruptiva para situarnos junto a los países y regiones europeas que están a la cabeza en la materia.
El concepto de innovación disruptiva fue lanzado en 1997 por el profesor de la Harvard Business School Clayton Christensen, en su libro ‘The innovators dilema’, y se refiere a cómo puede un modelo de negocio, un producto o servicio, que en sus orígenes nace como algo residual o como una simple aplicación sin muchos usuarios, convertirse, en poco tiempo, en el producto o servicio líder de su sector y cambiar el modelo de negocio. Un concepto que se contrapone a la ‘innovación evolutiva o incremental’, que hace referencia a las mejoras graduales que se introducen en modelos de negocio, productos o servicios y que es ampliamente realizada.
En Euskadi tenemos numerosos ejemplos de iniciativas que marcan el estado del arte a nivel internacional. Campeones ocultos, y no tan ocultos, que compiten de tu a tu con los mejores del mundo. Que son capaces de cambiar el status quo de sus sectores y de marcar tendencias. Un ejemplo de ello son los tres protagonistas de nuestra mesa redonda, una empresa que pone en el espacio sus microcámaras, y ahora sus minisatélites. Una compañía que utiliza boyas satelitales con inteligencia artificial para hacer de la pesca del atún una actividad cada vez más eficiente y sostenible. Y una organización, como nuestro sistema de salud, que participa en numerosos proyectos internacionales I+D para buscar nuevas terapias con las que combatir las enfermedades.
En este campo de la disrupción, como en muchos otros, el reto continúa siendo aumentar la base de pymes innovadoras. Un objetivo compartido también por el Plan Estratégico de Innobasque.
En una cita que no es mía, alguien ha apuntado que la diferencia entre investigar e innovar es el orden en que se sitúan conocimiento y dinero. Así, investigar sería invertir dinero y conseguir conocimiento, e innovar, introducir conocimiento y extraer dinero. En palabras la diferencia no es grande, pero como idea o concepto es importante. Por ello, lo inicial es la actitud de buscar lo novedoso, la curiosidad, la innovación. Y si además es disruptiva, el salto va a ser más grande.
“En Euskadi tenemos campeones ocultos, y no tan ocultos, que compiten de tu a tu con los mejores del mundo y marcan el estado del arte a nivel
internacional”