{ Manuel Baraza Director de los sectores Industria y Utilities de Ibermática

“El covid ha abierto los ojos a muchas empresas para embarcarse en la industria 4.0”

El responsable de Industria y Utilities de Ibermática tiene claro que esta crisis “está poniendo aún más en valor a la industria 4.0”. A su juicio, sin la digitalización de los procesos hubiera sido imposible “estar saliendo adelante”.

¿Cuál es la estrategia de Ibermática en industria 4.0?
Crear valor en las empresas industriales, contribuir a que los miles de clientes que utilizan los productos y servicios de Ibermática Industria puedan diferenciarse en sus mercados y ser más competitivos. Y esa creación de valor tiene dos pilares principales: que obtengan la mejor eficiencia en sus procesos, y que logren una mayor innovación en el desarrollo de sus productos y servicios; es decir, en la forma en la que ellos ponen en valor su propio ‘know-how’ y lo entregan a sus clientes.
Desde la visión privilegiada de tener tantos clientes, ¿cómo está viviendo la industria este momento tan complicado?
Con muchas dificultades y con plena responsabilidad ante lo crítico de la situación. Los profesionales de la industria siempre han sabido manejarse bien ante las incertidumbres. Pero es que las actuales son extraordinariamente complejas y, lo que es peor, son simultáneas. Por una parte, hacia el exterior, hacia los clientes; porque es más importante que nunca darles los mejores productos y servicios, ya que la reducción de la demanda implica que hay que estar en niveles de excelencia aún mayores para mantener a los clientes o conquistar algunos nuevos. Por otra parte, a nivel interno, con los profesionales propios; haciendo lo imposible por mantener el empleo y el conocimiento que atesoran las personas después de años de formación y experiencia. Y todo ello mientras hay que seguir generando los ingresos que garanticen la continuidad de la inversión, con altas exigencias financieras, etc.

“Quienes no están al día en industria 4.0 están

reflexionando a toda prisa y llegando a la conclusión

de o invierto y lo hago ya, o no tengo futuro”

En la práctica, en el día a día, ¿que está suponiendo esta situación?
Yo lo resumiría en que para muchas industrias la innovación ha dejado de ser la máxima prioridad del día a día, y la reducción de costes operacionales es ahora la prioridad principal. En el mejor de los casos para ser más competitivos en un mercado tan débil, y en el peor de los casos para asegurar la supervivencia. Tiene lógica, pero también implica un gran riesgo: quienes no manejen bien ese difícil equilibrio entre innovación y eficiencia, entre largo y corto plazo, no lograrán sobrevivir; ya sea ahora o en el futuro cuando el mercado vuelva a crecer, que tarde o temprano lo hará.
¿Está la crisis poniendo en evidencia las debilidades de la industria 4.0?
Ni muchísimo menos, todo lo contrario. La crisis está poniendo aún más en valor a la industria 4.0 y al impacto que ésta tiene en los múltiples niveles de una organización. Estar saliendo adelante sin la digitalización de procesos que implica la industria 4.0 habría sido imposible. Nuestros clientes nos están diciendo que, si no dispusieran de sistemas MES o MOM estarían ciegos respecto a su operación. Sin automatización o analítica no tendrían datos o no tendrían criterios para decidir. Sin ciberseguridad estarían vulnerables ante los ciberataques. Sin soluciones de ingeniería concurrente y colaborativa sería inviable el teletrabajo de los departamentos de diseño o ingeniería de producto. Y a eso sumemos que está siendo posible cerrar nuevas ventas y contratos en muchos casos sin darle la mano a nuestro interlocutor, incluso sin haberle conocido antes de forma presencial. Sin olvidar que se han puesto en marcha implantaciones en otros países y continentes sin que nadie viaje, cosas casi imposibles de plantear o imaginar antes. En resumen, quienes tenían bien hechos sus deberes de industria 4.0 han podido exclamar: ¡menos mal que hice a tiempo esas inversiones! Y quienes no están al día en industria 4.0 están reflexionando a toda prisa y llegando a la conclusión de: o invierto y lo hago ya, o no tengo futuro. En cierto modo el covid ha abierto los ojos a muchas empresas para embarcarse en la industria 4.0.
“Los profesionales de la industria siempre han sabido manejarse bien ante las incertidumbres, pero las
actuales son especialmente complejas”
También se estarán abriendo muchos ojos respecto de la vulnerabilidad que mostraron las cadenas de suministro, sobre todo en la primera fase de la pandemia.
Sí, es cierto. Se están aprendiendo lecciones respecto de los aprovisionamientos tras las rupturas de stocks de productos intermedios que paralizaron producciones gigantescas y ocasionaron altísimos costes económicos. El resumen es que está muy bien el ‘just’, pero no tan ‘just’. No se puede vivir tan al límite, porque tanto apurar los costes en el día a día puede traer disgustos de costes extremos en un momento dado y ante una situación excepcional. En cuanto a las respuestas que estamos viendo al respecto en las industrias, simplificando, hay como dos tendencias. Una es mantener los actuales proveedores, aunque sean lejanos, porque son más baratos; pero haciendo más acopio, teniendo más stock, lo que implica capacidad de almacenaje con su logística y costes derivados. Otra es recurrir a proveedores más cercanos en todos los sentidos, aunque sean más caros, pero que aseguren un suministro más corto en distancia física, una cadena con menos eslabones y más garantizada. En ese sentido, la tecnología del software también está ayudando en las simulaciones, en el ‘what if’ de todas las opciones.
¿Qué se puede esperar de los famosos y ansiados fondos europeos Next Generation EU en relación a industria 4.0?
Hay muchas incógnitas todavía al respecto. Esas ayudas son una necesidad para las industrias, también una oportunidad y una responsabilidad. Ojalá que se doten adecuadamente y que los criterios para acceder a ellos sean los correctos. Las empresas deben tener clara su hoja de ruta de proyectos realmente transformadores, cada una a su nivel. Hay buenos programas de ayuda y mecanismos que ya funcionan y con los que, en mi opinión, tanto las empresas como las instituciones se sienten cómodos porque funcionan. Creo que todos querríamos que se dotaran bien con fondos esas vías de ayuda porque hay un buen camino recorrido, pero todavía queda mucho más por hacer. En Ibermática estamos capacitados para ayudar a los clientes también a este respecto.

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