Euskadi cerró 2020 con una cuota del 16,2% de energías renovables en su estructura de generación, lo que supone un incremento de 2,7 puntos respecto a 2019. La hidráulica y la eólica son las tecnologías verdes más presentes en el ‘mix’.

Estos datos se recogen el recientemente publicado ‘Avance del Informe del sistema eléctrico español 2020’, una publicación de Red Eléctrica de España (REE) que recoge sus principales magnitudes. El informe también destaca que el total de la generación vasca experimentó un descenso del 25,2%, alcanzando los 6.153 GWh. Esta reducción se debió principalmente a una reducción del 36,8% en la producción a partir de la principal fuente de generación en la comunidad: el ciclo combinado. No obstante, a pesar de este dato, los ciclos combinados fueron responsables en 2020 de casi la mitad de la generación de energía eléctrica en Euskadi. El segundo lugar del ‘mix’ vasco lo ocupa la cogeneración, con una participación del 31,4% el pasado año.
Según este documento de Red Eléctrica, la demanda experimentó un descenso del 7,8%, algo más acusado que en el conjunto del Estado (-5,6%). En total, el consumo en Euskadi alcanzó los 15.013 GWh, lo que supuso el 6% de toda la demanda de electricidad a nivel español.

Por otro lado, el parque de generación vasco cuenta actualmente con 2.922 MW de potencia instalada, de los cuales el 16,5% es renovable. Las tecnologías más presentes son el ciclo combinado y la cogeneración. Juntas suman el 81% del total de la potencia instalada. Le siguen la hidráulica (5,9%), la eólica (5,3%), los residuos no renovables (2,5%), otras renovables (1,9%), la solar fotovoltaica (1,7%) y los residuos renovables (1,6%).
Frente a estos datos, el pasado año España incrementó la potencia eólica en 1.720 MW, sumando un total de 27.446 MW eólicos instalados, lo que la convierte en el segundo país europeo por potencia eólica instalada, tras Alemania. Según los datos recopilados por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), el año pasado la eólica produjo el 21,9% de la electricidad consumida en el país, lo que la sitúa como la segunda tecnología del ‘mix’ y la primera en el ranking de las renovables, al aportar casi el 50% del total.