Desde el ámbito institucional vasco, las políticas de impulso a la responsabilidad social de las organizaciones siguen en este momento una doble dirección promoviendo, hacia el exterior, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y, hacia el interior, poniendo los medios para facilitar medidas de conciliación y de participación de las personas trabajadoras en la gestión de las organizaciones.
Desde la administración local han empezado a surgir iniciativas orientadas a impulsar nuevos modelos de relación en el seno de las organizaciones, desde la paridad en las listas electorales o en la designación de responsables de áreas, a la flexibilidad en la organización del trabajo o la igualdad salarial. La Diputación de Gipuzkoa, en colaboración con Adegi lidera este movimiento a través de la estrategia Etorkizuna Eraikiz y el programa Erakide.
El Gobierno vasco, por su parte, ha puesto en marcha un programa piloto de conciliación que se extenderá a 30 empresas de la CAV. Por su parte, el gobierno central estudia implementar una serie de medidas que ‘obliguen’ a las empresas a elevar su nivel de transparencia en cuestión de equiparación salarial y derechos entre los hombres y mujeres, una de las cuestiones que más afectan al buen clima laboral.s tristique.