Agirre Lehendakaria Center cumple su X aniversario. En este periodo nos hemos centrado en demostrar científicamente si podemos hablar de un caso o ‘modelo vasco’ y cuales son sus características. Con la ayuda de las universidades más prestigiosas en el campo del desarrollo humano sostenible, principalmente la Universidad de Columbia en Nueva York y McGill en Montreal, hemos analizado diversos casos de estudio vinculados a la transformación socio-económica vivida por la sociedad vasca desde el final de la dictadura. Han sido casos tan diversos como el movimiento cooperativo, la transformación urbana de Bilbao, la recuperación del euskera, la decisión de crear la RGI, la eclosión de la gastronomía vasca o el grupo Gureak.
Nuestro objetivo era descubrir si existía una lógica común en fenómenos tan diversos. Lo que hicimos fue recoger las narrativas de las personas que impulsaron estas iniciativas y analizarlas de forma entrecruzada. Lo que hemos descubierto es un sistema de valores compartido que ha guiado la toma de decisiones estratégicas para abordar retos que eran muy diferentes pero que estaban interrelacionados. En todos los casos estudiados las decisiones estratégicas que permitieron construir el ‘modelo vasco’ están asociadas a un sistema de valores que interpreta la identidad vasca como acción colectiva, la capacidad de resiliencia y adaptación al cambio, la humildad y la igualdad.
Las investigaciones impulsadas por Agirre Lehendakaria Center durante los últimos 10 años coinciden en señalar que la transformación vivida por la sociedad vasca no puede entenderse sin su dimensión cultural. El capital cultural, tanto tangible como intangible, contribuye activamente a los procesos de desarrollo. En este mismo sentido, la eficacia del funcionamiento de un sistema productivo está condicionada por el grado de cohesión socio-cultural y su sistema de valores. El conjunto de iniciativas que constituyen el denominado ‘modelo vasco’ (autogobierno, recuperación del euskera e inversión en infraestructuras culturales, apuesta por la manufactura avanzada e importancia de la economía social, iniciativas institucionales en favor de la distribución de la renta, sistema de gobernanza colaborativa, etc.) forman una cartera o portafolio de iniciativas interconectadas que responden a un discurso compartido sobre la necesidad de desarrollar una transición hacia un modelo de desarrollo humano sostenible.
Estas narrativas son construcciones sociales, totalmente subjetivas y en muchos casos, sin base empírica que las avale. Evidentemente, no somos tan buenos como creemos los de Bilbao. Pero, científicamente está comprobado cómo estas narrativas influyen en la realidad tanto como los datos objetivos. Es la dimensión cultural de los procesos de innovación y cambio. La K de la que siempre ha hablado el Lehendakari Ibarretxe. Este es el terreno en el que se ha especializado Agirre Lehendakaria Center durante estos diez años y sobre el que se han publicado hasta la fecha dos tesis doctorales. 
A la investigación le hemos unido la experimentación. Hemos trabajado en más de 15 países compartiendo los aprendizajes de nuestra transformación, pero sobre todo nuestro objetivo es seguir aprendiendo. Lo que hemos hecho ha sido diseñar, desarrollar y evaluar procesos de transformación territorial que partiesen de un conocimiento más profundo de las percepciones que existen en cada territorio. 
Todo este trabajo intenta dar continuidad al legado del Lehendakari Agirre. Difusión de sus ideas humanistas, hoy entendidas como desarrollo humano sostenible, y refuerzo de la posición del pueblo vasco en el ámbito internacional. Pero nuestro trabajo no tendría ningún sentido si no hacemos una contribución específica a los retos que tenemos en la actualidad y a impulsar la siguiente transformación de la sociedad vasca. Esta es nuestra prioridad para la siguiente etapa.