“La incertidumbre política dispara la inquietud de las empresas alavesas”

Juan Ugarte, director general de SEA Empresas Alavesas

Juan Ugarte, director general de SEA Empresas Alavesas Foto: SEA Empresas Alavesas

Iniciamos el año con la mochila de problemas acumulados en el ejercicio anterior sin descargar y con un nuevo protagonista que se ha adherido a las preocupaciones empresariales en Álava como es la crispación política. Toda convocatoria electoral genera cierta incertidumbre a la espera de que el nuevo gobierno nacido de las urnas sea capaz de aglutinar los apoyos necesarios para acometer una gestión eficaz. Euskadi no es una excepción, y pese a que en el momento que escribo estas líneas aún ni siquiera se han convocado las elecciones al Parlamento Vasco, la inminente cita con las urnas concita todas las miradas, incluidas las empresariales. Pero el verdadero ruido político que ha disparado la inquietud de los empresarios y las empresarias de nuestro territorio, como de los demás, es el que vislumbramos a escala nacional, donde la falta de acuerdos y las decisiones cuando menos sorprendentes del Ejecutivo han hecho sonar las alarmas. 

Es por eso que no nos ha extrañado constatar en nuestro habitual Observatorio, la encuesta que nos permite pulsar el verdadero estado de salud de nuestras empresas, los múltiples llamamientos que se repiten hacia una certidumbre política que se traduzca en seguridad jurídica y evite los vaivenes que lastran la competitividad de nuestras empresas. Unas peticiones dirigidas a las instituciones en las que también figuran una fiscalidad justa y la reducción del gasto público. 

Solo así, entendemos, se podrán garantizar las condiciones necesarias para afrontar un escenario realmente complejo en el que, como decía al inicio de este artículo, seguimos lastrados por los problemas que ya detectamos y sufrimos el pasado ejercicio. Entonces, la escalada de los precios de la energía, así como de las materias primas y los combustibles, marcaron un año que estaba llamado a ser el despegue de la economía mundial y que se vio truncado, entre otros aspectos, por la convulsa situación geopolítica patente en el mundo. 

Y de aquellos polvos estos lodos, con un diagnóstico actual en el que pese a los esfuerzos de las empresas por seguir creciendo y su disposición a reforzar plantillas, la realidad nos muestra una foto en la que ocho de cada diez empresas alavesas ven el mercado estancado o en recesión. Esta misma cifra se repite al preguntar a las empresas por su cartera de pedidos, un parámetro que para el 82% de los encuestados resulta normal, débil o muy débil. 

También en la misma línea que el pasado ejercicio, el listado de factores económicos que preocupan a nuestras empresas sigue encabezado por los elevados costes laborales que se derivan, principalmente, de los incrementos salariales; una preocupación a la que se unen las dificultades con las que se están encontrando la mayoría de las empresas a la hora de buscar refuerzos para sus plantillas. 

Junto a estas preocupaciones, el absentismo se mantiene como uno de los principales problemas de las empresas alavesas para garantizar el nivel de trabajo en el día a día. Los índices inasumibles que registra nuestro territorio, al igual que el resto de Euskadi, están poniendo en riesgo la viabilidad de centenares de empresas que resultan fundamentales para garantizar el bienestar y la alta calidad de vida de los alaveses y las alavesas. 

Es muy difícil encontrar una explicación para estos niveles de absentismo si los comparamos con los del resto del Estado, contundentemente más bajos. En consecuencia, reiteramos nuestra petición para lograr una respuesta conjunta por parte de todos los agentes implicados con el fin de alcanzar una solución.

Más noticias de Opinión / Iritzia