Las tecnologías de fabricación aditiva, también conocidas como impresión 3D, son unas técnicas de fabricación que consisten en añadir diversos materiales capa a capa y fusionarlos para producir objetos. La tecnología se inventó hace más de 30 años, pero es en los últimos 10 cuando ha ido alcanzando proyección industrial. En este periodo, este sector, que supone una pequeña revolución en la industria, está experimentando tasas de crecimiento fortísimas y ocupando un lugar relevante y muy prometedor.
Está demostrado que la utilización de la impresión 3D presenta grandes ventajas cuando se emplea para determinadas aplicaciones. Por un lado, permite la producción de productos personalizados de manera rentable. Esto es especialmente revolucionario en ámbitos como la salud, en el que vamos a poder fabricar prótesis e implantes a medida para el paciente. Por otro lado, permite fabricar con funcionalidades específicas disruptivas, como piezas con distinta densidad de material en distintas zonas, o embeber circuitos o sensores en piezas.
Además, me gustaría destacar algunas características de la fabricación aditiva que hace que sea una técnica favorable para el medio ambiente: reduce el consumo de material utilizando únicamente lo necesario, sin despilfarros. Permite la reparación y reutilización de piezas dañadas alargando su vida útil. Permite fabricar piezas aligeradas reduciendo su peso, característica verdaderamente interesante y rentable en piezas que vuelan al espacio, por ejemplo, gracias al ahorro en la energía necesaria para mover una masa menor.
Como decía, el sector crece a gran velocidad, siendo cada vez más las empresas que apuestan por la impresión 3D. En el mundo, este sector creció cerca de un 20% el año 2021, y a la espera de contar con las cifras del año 2022, la previsión de crecimiento es igual o mayor incluso que el año anterior. Se está produciendo un fuerte empuje en distintos países en los que cuentan incluso con programas de ayudas especiales impulsados desde los gobiernos para acelerar la implementación de estas tecnologías como eje clave para reforzar su competitividad industrial. Los Estados Unidos o China son dos ejemplos claros de este compromiso.
Algunos de los mayores avances en los últimos años han venido de la mano del incremento de la productividad, calidad y precisión de las impresoras 3D, lo que permite la fabricación de piezas más complejas y precisas. Además, se han desarrollado nuevos materiales para ser utilizados en la impresión 3D, como metales y materiales compuestos, lo que permite una mayor variedad de aplicaciones. También se ha mejorado el software de diseño y planificación para la fabricación aditiva.
Todos estos avances han acelerado sin duda la apuesta de la industria por estas tecnologías, y ya a día de hoy, tenemos sistemas industriales de impresión 3D con los que se están fabricando piezas para aviones, satélites, barcos, coches, motos, bicicletas, muebles, etc. Cualquier sector puede encontrar oportunidades en su utilización.
Uno de los aspectos a los que debemos prestar atención para poder continuar avanzando, es el de formar a las personas que van a liderar esa implementación, y para ello, es imprescindible que los jóvenes conozcan que hay una industria relacionada con la impresión 3D, y que perciban este sector como un ámbito en el que poder desarrollar su carrera profesional.
En resumen, la impresión 3D forma parte de la industria del presente, pero va a ser mucho más habitual en la industria del futuro. Para que podamos acelerar y, a su vez, prepararnos para la adopción de esta tecnología considero que las claves son:
­• Contar con una estrategia de especialización en fabricación aditiva de país consensuada e impulsar su uso industrial.
­• Contar con casos de éxito en distintos sectores de aplicación que podamos mostrar y sirvan de inspiración a potenciales usuarios.
­• Continuar desarrollando la tecnología, para que sea cada vez más eficiente, rentable y sostenible.
­• Atraer talento y formar a los futuros profesionales del sector.
­• Continuar informando a las empresas y también a la sociedad sobre los últimos logros y avances.
­• Potenciar la colaboración empresarial en este ámbito.
Desde Addimat estamos trabajando en todas estas líneas de actuación por lo que estoy segura de que el sector seguirá creciendo de manera acelerada en los próximos años.